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Jue, Abr
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Se lleva adelante el juicio en el marco de la megacausa de Campo de Mayo en la que la empresa alemana esta implicada en la desaparición de 14 trabajadores durante la última dictadura cívico-militar.

Los casos de obreros de la Mercedes Benz que fueron secuestrados, torturados y desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar continúan analizándose en el marco del cuarto juicio de la megacausa Campo de Mayo, con un total de veinte acusados que eran integrantes de las fuerzas represivas en los años del terrorismo de Estado.

En el juicio que se lleva adelante en General San Martín, los testigos aportan su relato para evidenciar que los empleados de la fábrica alemana fueron víctimas de persecución por su militancia y que su amedrentamiento tuvo la complicidad de los empresarios.

Al respecto, Julio Dalessandro, integrante de Trabajadores y Delegados de los Años 70, remarcó la importancia del testimonio que demuestra la participación de la firma alemana y de múltiples empresas para perpetrar el terror.

“Presentamos pruebas muy concretas contra la empresa, pero siempre las encajonaban o nos cambiaban los jueces. Este juicio de megacausa de Campo de Mayo lo pusieron junto con otros para no hacer ver el nombre de Mercedes Benz, pero hemos mostrado que no se puede hablar de Campo de Mayo sin hablar de esta empresa y de todas las que colaboraron para eliminar a los trabajadores luchadores de ese momento”, expresó.

En ese sentido, Dalessandro fue contundente al aseverar que “Mercedes Benz iba una vez por semana con la inteligencia a organizar la avanzada a los trabajadores y fue parte de la financiación y planificación que se llevó adelante para eliminar a la oposición”.

Además, el ex trabajador de la Mercedes Benz remarcó que “en el juicio nos atacan con el rol de la burocracia sindical, pero nosotros sabemos muy bien que esas burocracias eran dirigidas por Mercedes, por eso marcamos la complicidad empresarial en primer lugar”.

Asimismo, Dalessandro, expresó que “todas las empresas que fueron cómplices del genocidio colaboraron de distintas formas, por ejemplo creando una revista interna para influenciar a los compañeros a erradicar la subversión. Esta revista la presentamos como prueba en el juicio”.

Por su parte, desde Trabajadores y Delegados del 70 expresaron: “no solamente desaparecieron a los delegados, sino que fueron a secuestrar a los que habían sido delegados combativos anteriormente y echados por la empresa. Desde el juicio a las juntas militares en 1985, los trabajadores vienen denunciando a la empresa por su responsabilidad como partícipe necesario para cometer crímenes de lesa humanidad en el marco del genocidio contra el pueblo argentino”.