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Mar, Abr
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Se llevó a cabo en la Fundación Mercedes Sosa, participaron Ivana Brighenti, Florencia Guimaraes, Carolina Ibarra y Silvina Perugino.

El 14 de marzo, en el marco de las actividades por el Día Internacional de la mujer trabajadora, organizada por la Fundación Mercedes Sosa, el Centro de Formación Marxista Héctor Agosti CEFMA y la Corriente Nacional Lohana Berkins; se llevó a adelante la charla: “Abolicionismo del sistema prostituyente ¿cómo resistir ante el discurso neoliberal de la libre elección”.

De la actividad participaron Ivana Brighenti, de la Cátedra de Género Alcira de la Peña, Florencia Guimaraes, activista travesti, Secretaria de Género de la CTA de La Matanza, coordinadora de la agrupación Furia Trava y de la Casa de Lohana y Diana. Carolina Ibarra activista travesti y Silvina Perugino, abogada, feminista e investigadora.

Luego de unas palabras introductorias de Ivana Brighenti, valorando el espacio y la temática, expuso Silvina Perugino quien habló del feminismo como “un movimiento de disputa” y trajo las reflexiones de Rita Segato al hablar de “los cuerpos de mujeres, travestis y trans como territorios de luchas, de la apropiación que de esos cuerpos hace el patriarcado y la lucha por la soberanía sobre los mismos”.

Además mencionó la lucha histórica del feminismo argentino por la abolición de la prostitución y recordó en ese sentido,  la iniciativa que en la provincia de Buenos Aires planteo la derogación de los artículos que en el Código Contravencional criminalizaban a las personas en situación de prostitución y la ley de cupo laboral travesti trans, también de un claro corte abolicionista. Además respecto a los grupos que buscan legalizar la prostitución aseguró: “puede ser más funcional al neoliberalismo y al capitalismo plantear que las mujeres, travestis y trans que no tengan para comer, deban ir a la esquina a ser prostituidas, ya que ese es su destino y que está perfecto, porque ese es un trabajo, nosotras preferimos que las compañeras busquen refugios en la organización política y desde allí se organicen para reclamar lo que les corresponde”.

A su turno Carolina Ibarra, después de mencionar desde sus propias experiencias, que la prostitución no puede ser considerada un trabajo, se refirió a la difícil situación económica por la que está atraviesa el país, y cómo afecta esto particularmente a las personas travestis y trans.

También se refirió a los travesticidios sociales y afirmó: “acabo de cumplír en diciembre 32 años, y a partir de ese momento, paso a ser sobreviviente, esto está ligado a la prostitución”. Asimismo al referirse a la ley de cupo laboral travesti trans, dijo “no basta con dicha ley, ya que a las personas que han estado en prostitución les es muy difícil entrar en los sistemas laborales, yo pude salir del sistema prostituyente y estoy trabajando, en base a mi experiencia, no sólo basta con la implementación del cupo travesti trans, faltan otras cuestiones para abordar, por ejemplo las secuelas de la prostitución, que genera en muchos casos depresión y hace que muchas compañeras no puedan sostener los trabajos”.

Por último, al cerrar la charla, Florencia Guimaraes mencionó que se ha creado una imagen falaz de las abolicionistas, “se nos acusa de yuta justamente a nosotras quienes muchas veces hemos sido explotadas, violadas y violentadas por los prostituyentes, muchas de nosotras hemos pasado por ese sistema”; y aclaró que “es necesario hablar de otros temas también, de las secuelas psicológicas que nos deja la prostitución, hay que desterrar los mitos, hablar de mi cuerpo, mi decisión, en la prostitución es un mito, en la calle no decidís nada, en la calle cuando el torturador-prostituyente te da la plata, se terminó la decisión, tenés que hacer lo que èl te dice, sino te bajo del auto, te pego o te mato, como le paso a muchas compañeras”.

Guimaraes igualmente mencionó que en las reuniones de la Casita de Lohana y Diana, al reunirse con otras travestis reflexionan acerca de lo que han vivido, y en muchos casos lo que han sufrido a partir del sistema prostituyente, en ese sentido explicó “el cuerpo de las travestis y trans se moldea a partir de las exigencias del mercado prostituyente, para agradar a los puteros”, y también cómo el sistema las afecta en su cotidianeidad, en este sentido habló de “la dificultad que enfrentan para conformar una pareja:  “para nosotras el amor es inalcanzable, vivimos las relaciones siempre con desconfianza, para nosotras todos son prostituyentes, nos cuesta mucho creer en el amor”.