La Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba dispuso que el jefe de los torturadores de La Perla obtenga la prisión domiciliaria y pase de la cárcel de Campo de Mayo a su departamento en la Ciudad de Buenos Aires.
Con los votos a favor de Graciela Montesi, Ignacio María Vélez Funes y Eduardo Avalos, Ernesto Barreiro jefe de los torturadores de La Perla durante la última dictadura cívico-militar -por donde pasaron y desaparecieron más de 2.500 personas- podrá irse a vivir a su departamento.
Ahí estará a cargo de su esposa Ana María Maggi, a quien se vio en movilizaciones junto a Cecilia Pando. Los camaristas argumentaron la edad del represor y que presenta un cuadro de “elevado riesgo de muerte súbita”.
Ante esto, Julio César Pucho Martínez, integrante del PC, la Liga y candidato dentro del Frente Todos de Córdoba (FdeT), calificó el beneficio otorgado a Barreiro como “una noticia terrible y horrorosa que habla de la situación del Poder Judicial en Argentina, donde hay una pérdida del Estado de Derecho”.
Pero, además, hizo hincapié de que esto es “una clara señal de la funcionalidad de esta institución a los intereses del Gobierno Cambiemos”. Y recalcó que “es tremendo que un hombre como Barreiro, bandera y emblema del terrorismo de Estado, tenga la prisión domiciliaria”.
Por lo que, como candidato a diputado por el FdeT aseguró que “este tipo de medidas serán revertidas en la medida que avancemos en el cambio de la actual correlación de fuerzas” a partir de las elecciones de octubre.
En este sentido, fue claro cuando dijo que “para nosotros no es un dato menor resolver una alternativa política como el Frente Todos, que nos permita derrotar a la fórmula Macri-Pichetto, ya que no solo se juega la situación socioeconómica de nuestro pueblo, sino la lucha contra el imperialismo en América Latina”.
Y recordó que “los yanquis están en una ofensiva que implica sostener a Cambiemos en Argentina en función de sus intereses”.
En esta línea, el PC cordobés como parte de la lista del FdeT, Martínez aseveró que “hemos logrado incorporar a otros actores que antes no integraban este espacio, lo que nos mejora las condiciones para poder perfilar una corriente antiimperialista en un sentido liberador”.