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Jue, Abr
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Sindical
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Desde que asumió el actual gobierno, en Argentina fallece un trabajador cada veinte horas a causa de asesinatos laborales.

“Esto demuestra la situación dramática que vive la clase obrera en la argentina con este gobierno infame”, declaró Hugo Mir, abogado laboralista del PC y de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (Ladh).

Desde que asumió Mauricio Macri, en Argentina más de cuatrocientos trabajadores perecieron cada año en accidentes laborales evitables. El dato se vuelve más alarmante cuando se considera que esta cifra, sólo contempla trabajadores registrados y no toma en cuenta a los informales.

La cifra fue aportada por el espacio Basta de Asesinatos Laborales (BAL), compuesto por compañeros y familiares de las víctimas de este tipo de hechos, un colectivo surgido después de que, el 9 de septiembre de 2016, fallecieran tres trabajadores en sus puestos laborales: David Ramallo en la Línea 60, Diego Soraire en el Inta y Charly Alcaraz en una obra de la construcción.

Los compañeros y familiares de estos trabajadores formaron una comisión y la llamaron Basta de Asesinatos Laborales, tras lo que se sumaron al espacio trabajadores del gremio de neumáticos, ferroviarios, municipales, bancarios y docentes.

BAL intenta visibilizar los verdaderos motivos de estas muertes que tienen lugar en puestos de trabajo, exigir justicia por las víctimas y formar a los trabajadores en salud y seguridad.

Este colectivo va a presentar un anuario en el que se exponen casos concretos como el de Brian Cantero, fallecido en la papelera Aeon; Martín Pino, quien perdió la vida en la estación Retiro; y el de José Maidana, que murió tras una descarga eléctrica de 3800 watts.

También el caso de Maximiliano Taddeo Costa, trabajador de la secretaría de Agroindustria de la Nación, quien la semana pasada se quitó la vida en las instalaciones de este organismo.

Desde ATE denunciaron que la muerte se produjo en medio de un “ajuste feroz” que ya destruyó cientos de puestos de trabajo, mientras que el abogado Mir recalcó que “no es casualidad que Costa se haya suicidado en su lugar de trabajo”.

 

La voz del PC

 

El telón de fondo de las denuncias de BAL es elocuente. Para Mir “a la pequeña o mediana empresa que pudo persistir y no cerró durante el gobierno de Macri, no le dan los números para seguir pagando ART”.

En este sentido, el abogado laboralista señaló que, “en conjunto con el ejecutivo, en muchos casos se deja paulatinamente de controlar el cumplimiento de las medidas de seguridad e higiene que se precisan, lo que deja a los trabajadores a merced de accidentes, enfermedades y problemas psiquiátricos”.

Además, señaló, “existe una razón burocrática que involucra a la ley de Riesgo de Trabajo que se modificó en 2016 para darle carácter jurisdiccional a comisiones integradas por médicos y no por abogados, lo que es una barbaridad jurídico política”.

Esto, insistió, “llevó a que se dilataran los juicios que estaban bajo los juzgados laborales de accidentes de trabajo y que se haya ido agravando el deterioro de condiciones de seguridad e higiene del trabajo en las diferentes empresas con consecuencias que, a veces, son gravísimas”, sostuvo el abogado.