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Jue, Abr
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Sindical
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Ante el aumento de la desocupación, la caída del consumo y los nuevos tarifazos, el autor de esta columna, Mario Alderete, se pregunta: ¿pueden quedar dudas sobre los planes de Macri y su amo, el FMI?

Según las propias estadísticas oficiales, el empleo registrado continúa en abrupta caída. En noviembre se perdieron 24.700 puestos laborales y en 12 meses se registra una baja de 172.200 empleos en blanco, conforme a los datos proporcionados por el Ministerio de Producción y Trabajo. Pero también, según estudios  de empresas privadas, para febrero de este año se calcula  que ya se ha llegado a casi 200.000 empleos registrados caídos. La disminución fue especialmente fuerte entre los independientes que tributan en el monotributo social y en los asalariados.  Las mayores caídas en los asalariados del sector privado ocurrieron en la industria (-39.000), la construcción (-12.000), el comercio (-10.500) y el transporte (-6.500).  La industria es un sector que perdió constantemente puestos de trabajo desde que asumió Cambiemos y esta caída se aceleró en el marco de la recesión económica. El número de trabajadores industriales registrados, con una caída de más del  10%, ya es 130.000 menor que en noviembre de 2015.  Por otra parte, las caídas en la construcción, el comercio y el transporte se vinculan directamente con la recesión económica

Estas variables de desocupación juegan un gran papel en la caída del consumo privado.  En el 3° trimestre del año 2018 se verificó un aumento interanual significativo en la tasa de desocupación, que se ubicó en el 9,0% mientras que había sido 8,3% en el mismo trimestre de 2017.  A nivel país se pueden proyectar casi 1,9 millones de desocupados, 180.000 más que hace un año.  La mayor desocupación obedeció a un aumento de la tasa de actividad entre las mujeres (es decir las que buscan trabajo)  ante una tasa de empleo estancada (y en caída para los varones).  Varios aglomerados tuvieron tasas de desocupación superiores a este 9% promedio. Se destacan el Gran Buenos Aires (10,5%), Santa Rosa (13,2%), Mar del Plata (11,8%), Gran La Plata (10,3%), San Nicolás-Villa Constitución (10,9%).  La tasa de subocupación -que refleja la proporción de personas que trabajan menos de 35 horas semanales por causas involuntarias y están dispuestas a trabajar más horas- también tuvo un fuerte aumento, ya que pasó de 10,8% a 11,8% en el mismo período. No se observaban valores tan altos desde 2005.  Sumando a los desocupados y sub-ocupados se llega a 4,3 millones de personas con serias dificultades de empleo, (más del 20% de la PEA).

 

RECORTES EN LOS GASTOS

 

En un marco general de recorte del gasto público, la mayor caída se observa en los gastos de  la obra pública nacional. De acuerdo con la ley de Presupuesto en estos gastos se concentrará también una parte significativa del ajuste en 2019, y ya ha sido reconocido que no podrán ser compensados por proyectos de participación público-privada.  Entre los gastos corrientes, la mayor reducción tuvo lugar en las transferencias a las provincias -17,0% y los salarios -10,6%, rubros sobre los cuales también se pretende continuar el ajuste en 2019. La reducción de la masa salarial se produjo por una importante caída en el salario real de los empleados públicos así como por un achicamiento de la planta estatal.  También el gasto en jubilaciones y pensiones y asignaciones familiares se vio reducido, con la contracara de la pérdida de poder de compra de los beneficiarios.  Paradójicamente, los subsidios económicos tuvieron un incremento real a pesar de los fuertes aumentos tarifarios, dado el impacto que tuvo la devaluación sobre los costos de la energía, pero esos subsidios sirvieron en primer lugar, para incrementar las abultadas ganancias de las empresas monopólicas que cubren el servicio.

En cuanto a los salarios se calcula que los aumentos interanuales, logrados en paritarias en cuotas y algunos convenios con cláusula “gatillo”, rondó cerca del 30/34%, es decir entre 14 y 19 puntos por debajo de la inflación. En cuanto a los empleos registrados llegan a 12.180.000 trabajadores/as, en tanto en 2017 llegaron a 12.400.000. Y en lo que respecta a empleos informales, “en negro”, se estima que llegan a 7.000.000 de personas. En tanto y según vislumbran un panorama las propias cámaras patronales, se estima que a este paso se llegará a una pérdida de empleos del orden de 35.000 trabajadores/as mensuales.

Por lo que sabemos y según se desprende del propio Presupuesto Nacional  aprobado mayoritariamente por Cambiemos con el apoyo de aliados provenientes de otros partidos  que abiertamente  traicionaron el  mandato recibido, especialmente de aquellos  que mal se  autodenominan “peronistas” pero que no tienen nada que ver con el amplio espacio  nacional,  popular, anti imperialista y de integración latinoamericana y caribeña que los comunistas compartimos, las perspectivas son de una profundización de los planes regresivos y entreguistas y en consecuencia, de crecimiento de la desocupación,  hambre y  destrucción del Estado Soberano y  Nacional Argentino.

Por lo tanto, una vez más llamamos a incrementar las luchas por todo tipo de reivindicaciones vinculadas a un programa mínimo que ubique al enemigo principal, que sirva de base para asegurar la más amplia unidad,  garantía imprescindible para materializar el triunfo del campo obrero y popular y, desde esa misma lucha, encarar no solo lo electoral sino el comienzo de la construcción  de una verdadera alternativa política basada en el poder popular y de carácter liberador del yugo imperial y sus sirvientes de la derecha política nacional e internacional.

En el logro de tal objetivo, razón principal de la acción del Partido Comunista y sus militantes, deberemos dedicar toda nuestra  actividad, junto al crecimiento de sus filas y de la Federación Juvenil Comunista,  como así también la elevación de su representatividad en el movimiento político-social, obrero, estudiantil, territorial, profesional, intelectual y artístico-cultural. Es decir, la labor revolucionaria que nos exige el momento actual siempre con el horizonte puesto en el logro de la revolución socialista como tránsito en  la construcción de la sociedad  comunista.