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La periodista dialogó con Nuestra Propuesta al cumplirse un año de la autoproclamación de Juan Guaidó el 23 de enero, en uno de los tantos intentos de Golpe de Estado al chavismo por parte de EE.UU.

La semana pasada se cumplió un mes de la autoproclamación de Juan Guaidó, ¿qué es lo primero que se te viene a la mente al recordar el circo montado aquel 23 de enero?

-Fue lo más burdo que ha podido hacer el imperio en América Latina. Eligieron un personaje que ni siquiera la oposición de Venezuela lo tiene en cuenta. Es una vergüenza llamarle presidente. Los gobiernos europeos deberían avergonzarse de definir como presidente a una persona sin sede gubernamental, que bajó de la Asamblea Nacional a la calle y se autoproclamó. El dueño del mundo dio la orden de que lo reconozcan como presidente. Este fantasma intentó hacer un Golpe de Estado apoyado directamente por Marcos Rubio, "cubano-americano", que lo acompañó cuando pensaban invadir Venezuela desde Cúcuta, en febrero 2019.

En enero de este año Guaidó volvió a protagonizar un show con la elección de la Asamblea Nacional…

-Ese fue el mayor fracaso de Guaidó, que ni lo votaron la última Asamblea Nacional. A él lo dejaban entrar e hizo un circo saltando por la reja. Hay que recordar que esta oposición pretendió no reconocer la elección de Nicolás Maduro en 2018, fecha que se había pactado en un diálogo en República Dominicana que estuvo mediado por Zapatero, y cuando Julio Borges iba a firmar en nombre de la oposición, lo llamaron de Colombia para que no firme.

Otra que rápidamente fue respaldada por EE.UU. como Guaidó fue la golpista Jeanine Añez…

-A Añez le pusieron la banda presidencial los militares. Vale mencionar que la oposición boliviana está dividida y se imponen por que tienen las FFAA y la Policía, sino ya estarían derrotados. El caso de Guaidó se parece muchísimo al de Añez: los asesores de Trump son fundamentalistas brutales que hacen este tipo de cosas.

Maduro parece ser el ganador tras la última Asamblea Nacional, en la que salió electo Luis Parra ¿cómo lo ves?

-El chavismo ha dado un golpe muy efectivo y a Guaidó se le están cerrando cada vez más puertas. La otra oposición sabe que si no se presenta a elecciones se acaban, ya no pueden seguir asfixiando al pueblo porque se asfixian a ellos mismos. El gobierno de Maduro ha dado unos golpes clarísimos. Nosotros tenemos que seguir ayudando y sosteniendo a Venezuela, Nicaragua y Cuba. Tenemos que tener en claro que en este momento hay que organizar la solidaridad que es un punto de unión entre los pueblos para resistir ante el imperio que viene con todo, como es en el caso de Chile, donde el pueblo resiste en las calles hace más de cien días.  

Si de Venezuela hablamos, ¿cómo se analizan las posiciones que está dando la cancillería argentina encabezada por Felipe Solá?

-Hay una construcción para llegar al gobierno que tiene posiciones distintas que se irán ajustando a medida que nosotros seamos un acompañante constructivo, que pueda decir las cosas bien y no seamos manejados por los medios rápidamente. Ahora tenemos que ocuparnos del tema de los acuerdos de seguridad y militares, que nos han dejado un terreno minado en el país. Estos acuerdos no pasaron por el Congreso, nosotros tenemos que hacer un documento con todo lo que debe pasar por el Congreso. Hay que hacer un punteo de todo.

Volviendo con Guaidó, ¿crees que lo acontecido en la última Asamblea Nacional es un golpe de KO?

-Lo de Guaidó no es definitivo, pero tiene muy poco espacio de movimiento. Seguramente van a intentar otros caminos porque tienen las formas de hacerlo, pero también al interior de Estados Unidos hay muchas contradicciones: el fracaso en Venezuela es un costo político y de dólares muy grande. Cada golpe que se la da al imperio en estas circunstancias vale por tres, en un contexto tan difícil, Venezuela abrió otro camino y podemos seguir abriendo otros caminos constantemente. Lo que ha hecho Cuba no tiene antecedentes en la humanidad con su resistencia y su diplomacia: tenemos que aprender de ellos.