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Jue, Abr
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Así lo denunció el secretario del Partido Comunista de Colombia, Jaime Caycedo, al dialogar con NP diario de noticias.

 -¿Cómo está la actividad paramilitar en la frontera entre su país y Venezuela?

 

Hay una militarización de la frontera que va acompañada de algunas medidas, en relación a los cortafuegos con el tránsito de grupos sobre todo del ELN. Al contrabando de gasolina y otros productos, el Estado venezolano le puso un freno.

 

-Una de las zonas más calientes es la de Cúcuta...

 

El Estado favorecía una forma de agresión financiera, si se quiere, a través de una resolución del Banco de la República de Colombia, llamada 008 del año 2000, que autoriza a las casas de cambio de la ciudad fronteriza de Cúcuta a establecer el tipo de cambio con el bolívar y con el dólar en esa zona.

Esto hace un efecto importante hacia las zonas fronterizas del lado venezolano, porque esa operación financiera favorecía a que los contrabandistas pudieran comprar en Venezuela a un precio muy favorable para trasladar a Colombia y, con esos mismos dineros, mantener el circuito de compra.

Pero a su vez, ese nivel cambiario establecido en Cúcuta por las cajas de cambio privadas y especulativas -muchas vinculadas a paramilitares-, permite definir lo que es el dólar de Cúcuta, que es un referente del dólar que funciona en Miami, otro instrumento especulativo para fomentar la inflación en Venezuela, que han usado desde Miami.

No es decisión de Duque, ya la había tomado Santos, y además forma parte del bloqueo económico a Venezuela.

 

-En este contexto 609 líderes fueron asesinados en Colombia después de que las Farc abandonaran las armas, algo que parece que no hicieron los paramilitares...

 

El acuerdo de paz no incluyó una definición precisa sobre el tema de lo que se ha denominado un pacto político para sacar las armas de la política. En la práctica se logró prohibir constitucionalmente el paramilitarismo, pero aún así sigue funcionando. Cuando se intentó aclarar eso, la burguesía salió a oponerse, porque ellos están comprometidos con el paramilitarismo.

 

-La situación es grave...

 

El paramilitarismo es estructural en relación al modelo socioeconómico. Estamos ante una situación muy complicada, porque las Farc accedieron a entregar las armas como muestra de buena intención para forzar al Estado a que obligue a los paramilitares a hacerlo, pero esto no pasó. Hace ya diez años, Uribe siendo presidente, a todos los militares que estaban allí los extraditó a EE.UU. lo que no impidió que varios de ellos hayan hecho propuestas para denunciar a este sector de la oligarquía que tiene relación con el paramilitarismo.

 

-¿Y qué pasa con el ELN?

 

Con el ELN es distinto, porque aún ellos son una organización revolucionaria y no es que estén negándose a seguir dialogando, pero el gobierno colombiano simplemente dijo que no quería dialogar más con ellos. Y hasta los denunciaron en Interpol para detenerlos en Cuba, en Venezuela o donde quieran que vayan.

 

-¿Qué papel jugó el Partido Comunista colombiano ante la alternativa de Gustavo Petro?

 

Nosotros trabajamos con la orientación que trazó nuestro Congreso de unidad y de convergencia. La Unión Patriótica, que es el frente en el que estamos, tomó la determinación de proponer una lista de candidatos al Senado. En ese proceso hubo una primera aproximación con todos los precandidatos alternativos que hubo, Petro, Claudia López, Piedad Córdoba, Carlos Caicedo. Cinco precandidatos que se juntaron en esta idea y en ese proceso entramos a trabajar porque Petro no tenía ninguna personería jurídica. Hubo que poner una tutela para el derecho de elegir y ser elegido, tuvieron que aceptar sin reglamentación existente y se logró conformar la lista, sacar cinco senadores y varios representantes en distintos departamentos. Había que crear un hecho político con el nombre de Gustavo Petro y Carlos Caicedo, entonces se hizo la consulta y esa consulta sacó 3,5 millones de votos. Lo importante era crear un hecho político, porque la derecha había realizado una consulta que es de donde sale Duque como candidato del seno de Uribe.

 

-¿Qué papel juega Colombia en la Otan?

 

Esto es lo más insólito que puede haber. El gobierno de Santos emprendió, desde el 2013, la asociación a la Otan, en el marco de la idea de renovar la doctrina del ejército. A esa doctrina le dieron el nombre de Doctrina Damasco, en referencia al pasaje bíblico. La misma asume el principio estratégico de la Otan, que dice que la Otan está para  actuar  conjuntamente.

 

-¿Santos hizo esto para satisfacer la demanda del Ejército?

 

El ejército colombiano no ha disminuido su tamaño después del proceso de paz, no está prevista una reducción de tropas que son de medio millón de hombres. Les han puesto misiones y tareas, han estado en Irak, Afganistán, Yemen y hay toda una serie de cursos que el ejército colombiano dicta en Honduras donde están organizando aparatos paramilitares muy fuertes, lo mismo que en Guatemala y Costa Rica. Todo bajo la orientación del Comando Sur del Ejército de EE.UU. y esto forma parte de una subordinación que es muy complicada en la geopolítica de la región, que tiene un punto muy peligroso con este tema de enfrentar a Colombia con Venezuela.