Va a ser el jueves. La subsecretaria de Igualdad de Géneros y Diversidad de Suteba, Ayelén Bicerne, fija su postura.
Diputados va a debatir el Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo enviado por el ejecutivo que, según se prevé, tendrá dictamen favorable del plenario de comisiones de Legislación General, Mujeres y Diversidad, Legislación Penal y Salud.
La cita es el jueves, al día siguiente de que el plenario emita su dictamen que incluiría también al Plan de los 1000 Días, y la sesión va a ser presencial “tipo burbuja y con PCR hecho” de acuerdo a lo dicho por el titular de la comisión de Salud, Pablo Yedlin.
En este contexto, la subsecretaria de Igualdad de Géneros y Diversidad de Suteba, Ayelén Bicerne, señaló que “el patriarcado capitalista supremacista blanco nos ha negado el deseo, el placer y la autonomía de decidir sobre nuestras cuerpas y del desarrollo libre y pleno de nuestra sexualidad. Se ha empeñado en regular, controlar y dominar nuestra libertad sexual (no) reproductiva mediante imposiciones religiosas y morales sustentadas por el sistema legal”.
Tras lo que añadió que “el aborto, desde que existe patriarcado, ha estado controlado por los hombres. Es decir, se han arrogado el poder de intervenir legalmente en la práctica, ya sea para decir que no constituía delito, o si o para cambiar de una posición a otra, según las demandas del sistema capitalista”.
Y aseveró que “quedó demostrado que las leyes represivas y la persecución hacia las personas que abortamos y las y los efectores de salud que la garantizan, no influyó en la disminución de la práctica, al contrario, lo que provocó fue el aumento de abortos clandestinos y por ende los riesgos de salud y la vida de las personas que decidimos interrumpir los embarazos no deseados ni planificados.
Según la OMS, alrededor de cinco millones de personas gestantes sufren complicaciones medicas como consecuencia de un aborto inseguro y cuarenta y siete mueren en uno de los más de veintidós millones de abortos clandestinos que se practican cada año”.
También aseguró que “sabemos que las que mueren en abortos clandestinos son las personas de los sectores feminizados, la ilegalidad de la práctica, la no visibilización de la información, la restricción y la lejanía para el acceso a los métodos anticonceptivos, deriva en abortos inseguros en condiciones de insalubridad, que atentan contra la vida”.
Bicerne dice que “el aborto es la interrupción de un embarazo durante el periodo de tiempo en que el feto aún no es viable. Un feto es viable cuando es capaz de sobrevivir independientemente del cuerpo gestante, por lo tanto, los límites de viabilidad fuera del útero según la OMS es de alrededor de las veintidós o veinticuatro semanas de embarazo”.
Y continúa: “sin embargo, nos condenan a la violencia sistemática de escuchar los argumentos falaces sin sustento científico de curas, pastores y sectores eclesiásticos que claramente cercenan nuestros derechos sexuales y no reproductivos previstos en las leyes nacionales 26.485, 26.150 y 25.673”.
Al respecto, recalca que “urge la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo para que se nos respete el derecho a elegir cuando, como, donde y con quien gestar y parir” y señala que “en esta lucha, hemos logrado sacar de la clandestinidad social al aborto poniendo el eje en que es un derecho humano y que su despenalización y legalidad es lograr justicia social”.
Y añade que “para garantizar este derecho, el rol de la salud publica será fundamental para que en un plazo máximo de diez días corridos desde su requerimiento se efectivice sin dilaciones, en las condiciones de sanidad y salubridad hasta la semana catorce inclusive, del proceso gestacional, asegurando un trato digno, confidencialidad, privacidad y la autonomía de voluntad de la persona que desea abortar”.
ESI
Por otro lado, Bicerne señala que “se plantea un requisito ineludible que es la obligatoriedad de la capacitación para todo el personal de salud con respecto al tema. La necesidad y el compromiso de efectivizar la ESI como herramienta de promoción de derechos y de prevención para embarazos no deseados ni planificados. Para abordar la sexualidad de manera integral se deberá introducir y/o agregar en los lineamientos de dicha ley, las practicas de IVE, sus derechos y alcances como contenido obligatorio”.
Tras lo que destaca que “contrariamente a lo que deseamos, en el proyecto del Ejecutivo aparece la figura tipificada en el art. diez de objeción de conciencia; dicho reconocimiento, esperemos no sea un artilugio legal para obstaculizar o negar el acceso a los abortos de manera inmediata”.
Y recuerda que “el feminismo siempre abogó por la libertad de elección en el ámbito de la reproducción, tanto para tener hijos como para no tenerles, incluso enfrentándose a políticas públicas masivas de esterilización. Es momento, que se entienda que algunos renunciamos a gestar y parir, al matrimonio, decidimos adoptar, elegimos la reproducción asistida, optamos por una sexualidad libre, elegimos uniones sin papeles, decidimos no responder a la heterosexualidad obligatoria, nos hemos empeñado en democratizarlo todo para lograr la soberanía sobre nuestras cuerpas, porque lo personal es político, ¡Será ley!”.