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Jue, Abr
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Política
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Mientras aumentan los contagios, el PRO busca relajar los cuidados en las escuelas, incumpliendo los protocolos acordados y exponiendo a toda la Ciudad.

“Consideramos que los intentos de avance con el protocolo acordado con el Consejo Federal de Educación va en consonancia con una política que no tiene en cuenta el cuidado y la salud de la comunidad educativa y de toda la sociedad”, recalcó la delegada de UTE, Antonella Bianco, ante el nuevo paso hacia una flexibilización total de la presencialidad en las escuelas, que dio el viernes el Gobierno de la Ciudad.
Es que paradójicamente, mientras el ministro de Salud, Fernán Quiroz advierte que “tenemos por delante un escenario de una segunda ola que no podemos anticipar cuándo será pero está muy cerca”, su par de Educación Soledad Acuña anticipa que se está “revisando algunos aspectos del protocolo que nos permitirán ir recuperando más instancias de normalidad y bienestar dentro de las escuelas”.
Y, en este sentido, Acuña autorizó la incorporación de “la ingesta de alimentos en espacios semicubiertos o al aire libre para los y las estudiantes de nivel secundarios” y que los chicos de todos los niveles puedan “usar pelotas y otros elementos en los recreos y durante Educación Física”.
Asimismo, señaló que se estudia la posibilidad de habilitar los comedores en escuelas, así como que “los estudiantes puedan quitarse el tapaboca en espacios al aire libre y por períodos cortos de tiempo”.
Todo esto es preocupante si se tiene en cuenta de que la medida tomada por la cartera educativa, llega en medio de “tres semanas en las que hemos dejado de descender en el número de casos diarios”, tal como reconoció el propio Quirós.
Vale destacar que la propia Jefatura de Gobierno reconoce que durante el primer mes de presencialidad, hubo más de 1.200 casos de Covid-19 dentro de las escuelas entre docentes, auxiliares y estudiantes. Pero esta cifra se queda corta cuando se la compara con la que surge del relevamiento que diariamente llevan a cabo los trabajadores de la Educación.
“Venimos exigiendo sin respuestas a las autoridades porteñas mesas de trabajo interdisciplinarias donde poder resolver las diferentes problemáticas que hacen a garantizar el derecho social a la educación en la Ciudad”, recordó UTE-Ctera y recordó que “hasta debimos recurrir a la Justicia para poder acceder la provisión de barbijos”.
Tras lo que exigió que la Ciudad ponga en marcha el Plan de Vacunación Docente que fue consensuado por el Consejo Federal de Educación “y que Quirós pretendió desconocer, tras haber entregado las vacunas del personal de salud a las obras sociales y empresas de salud privadas”.
Antonella Bianco, docente y militante La Rayuela, denunció que “existe el desvío de partida de vacunas destinadas a docentes, del cual llegaron 33 mil por parte del gobierno nacional, pero la mitad fue desviada a otros sectores y solo le dieron turno a quince mil docentes”.
Las medidas del PRO buscan relajar los cuidados, lo que para la delegada de UTE implicaría que “los contagios que se den en la burbuja repercuten en el resto de la sociedad, en la familia de docentes y estudiantes y también quienes nos encontremos en el transporte público”.
Por lo que recalcó que “rechazamos la revisión del protocolo” y fue cara al enfatizar que “la presencialidad cuidada debe sostenerse y estos cambios llevarían a exponer mayormente a la comunidad educativa”.