Sidebar

[Offcanvas] Navegación superior

25
Jue, Abr
88 New Articles

País
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

Seis ex policías de Santa Fe son acusados de secuestrar y torturar a militantes del PRT en 1980. Oscar Vázquez, del Partido Comunista de Laguna Paiva declaró como testigo. 

El Tribunal Oral Federal de Santa Fe, comenzó a juzgar a seis ex policías provinciales por el secuestro y las torturas perpetradas contra once personas, militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), entre febrero y abril de 1980 en el marco de la última dictadura cívico militar.

La mayoría de las víctimas eran oriundas de la localidad de Laguna Paiva y trabajaban en el Frigorífico Nelson, donde habían conformado la agrupación sindical La Lucha. Entre ellos estaba Catalino Páez, referente del PRT en la provincia, quien fue secuestrado junto a su esposa, su hijo de catorce años y otros miembros de su familia.

Todos pasaron por diferentes centros clandestinos de detención de la ciudad de Santa Fe, como el D2 y la Guardia de Infantería Reforzada (GIR), antes de ser trasladados a diferentes cárceles del país.

La causa lleva el nombre de Chartier, porque así se llama el subcomisario Guillermo Raúl Chartier, quien era jefe del Departamento de Informaciones (D2) de la policía provincial en la ciudad de Santa Fe, que se encuentra imputado como partícipe necesario de tormentos agravados en ocho hechos.

El resto de los imputados como coautores de privaciones ilegales de libertad y tormentos son el ex comisario de Laguna Paiva, Fernando Sebastián Mendoza, los ex oficiales del D2, Eduardo Enrique Riuli y Rubén Oscar Insaurralde y los ex cabos Antonio Rubén González y Omar Epifanio Molina.

Entre los que declararon en esta causa, está Oscar Vázquez, quien es secretario de organización del PC de Laguna Paiva y fue secuestrado en 1976 por Mendoza y Riuli, cuando era trabajador del frigorífico Nelson. Ahora declaró en la causa.

Lo llevaron a la comisaría donde fue encapuchado y desde ahí a la sede del Servicio de Inteligencia la ciudad de Santa Fe donde lo interrogaron, golpearon, fue torturado y sometido a un simulacro de fusilamiento. Después fue llevado a la cárcel de Coronda.