Pablo Moren es integrante del Observatorio Ambiental de Trabajo Docente Nuestra América y La Violeta de Lanus y participó de la sexta marcha por la soberanía del Lago Escondido. A continuación su relato.
Tuve la suerte y el orgullo de participar de la quinta y la reciente sexta a Marcha por la Soberanía, siendo parte de la columna de montaña Güemes a Lago Escondido, organizada por la Fundación Interactiva Para la Cultura del Agua (FIPCA) en las cercanías a El Bolsón, en la provincia de Rio Negro.
Tanto en la cuarta, como en la quinta y ahora en esta sexta edición de la movilización, la violencia de los forajidos, de la patota de Lewis ha sido muy clara, muy evidente, salvo que esta vez, la noticia ha trascendido hacia la opinión pública Nacional e internacional por medio de los medios hegemónicos de comunicación.
Veinticuatros compañeros y compañeras del campo popular, de diversas ciudades y de diversas expresiones: Político, social, sindical, fuimos parte de la columna de montaña Güemes. Entre estos compañeros y compañeras, se encontraba el Doctor Rachid, quien siendo una eminencia de la medicina, marcho como un militante más en la columna en defensa de la soberanía e integridad territorial.
Columna que llego a las orillas del Lago Soberanía, cerca del mediodía del domingo 6 de febrero, para armar los cinco kayacks y comenzar la navegación del mencionado lago cerca de las doce del mediodía. La remada llegaba a su fin, cuando en la otra orilla del Lago Soberanía, nuestros compañeros y compañeras entre los cuales se encontraba el Doctor Rachid, fueron sorprendidos e interceptados por un grupo que rondaba las sesenta personas con características hostiles y con sus rostros tapados, estos individuos se movían de a pie y a caballo.
Este grupo de forajidos impidió el desembarco de los compañeros y las compañeras, por lo tanto el uso de la servidumbre publica, ósea del camino publico de montaña, aquel el cual hizo referencia el ex jefe del ejecutivo Nacional Mauricio Macri.
Este corte violento del camino público, genero una incertidumbre, una tensión en la columna, ante las amenazas de los forajidos de llevar su agresión al improvisado campamento que habíamos armados en la orilla de las cual salieron los kayacks.
En este momento del relato es importante dejar en claro la intervención de la policía de montaña de Rio Negro. Institución la cual solo envió dos oficiales. Oficiales los cuales tuvieron la mejor de la predisposición para hacer cumplir la ley, pero al verse en inferioridad numérica ante los matones de Lewis, nada pudieron hacer.
La tensión continúo al día siguiente Lunes 7 de Febrero. Teniendo su punto más alto en la noche, en el momento que se escucharon varias detonaciones. En esos momentos la situación llego a un punto donde la integridad física y la vida de los compañeros y compañeras de la columna Güemes, corrieron peligro. Por este motivo es que resulta muy sospechosa la negación del habeas corpus por parte de la justicia rionegrina, habeas corpus pedido por los abogados de FIPCA.
Al día siguiente martes 8, el Doctor Rachid debió ser evacuado en un helicóptero, dada la negación de las autoridades de la empresa Lago Escondido (sirvientes de Lewis) y la imposibilidad de volver por el camino de montaña. La tensión al momento del desembarco, las cuatro horas flotando en los kayacks y el sol de la Patagonia Andina, fueron un coctel explosivo para la salud del compañero de setenta y cuatro años de edad, quien por este motivo y por la rápida acción de un grupo de abogados prestigiosos y reconocidos cercanos a FIPCA, se pudo conseguir un helicóptero que de forma humanitaria pudo trasladar al Doctor Rachid hasta Bariloche.
Nosotros la Columna de Montaña Güemes, volvimos al refugio Los Laguitos, esta vez sin poder cantar el himno Nacional en la orilla del Lago Escondido y sin tener noción alguna al estar sin comunicación de la repercusión que habían tomado los hechos de violencia del que fuimos víctimas por parte de la patota de forajidos al servicio de Lewis y del decadente imperialismo británico quien al día de hoy usurpa el territorio de las islas Malvinas y sus aguas circundantes.
Lewis y la empresa Lago Escondido, cortaron el paso del “Tacuifi”, camino que desemboca en la ruta Nacional 40 próximo al Foyel y a El Bolsón. Desconocen los fallos judiciales emitidos por la justicia de Rio Negro y ahora también Lewis y la Empresa Lago Escondido cierra en forma violenta el camino público de montaña, camino que siempre fue reconocido como público por ellos mismos.
Por lo tanto en nuestra Patagonia tenemos un enclave neo colonial Britanico. que preocupa si lo sumamos a la pista de aterrizaje de Bahia Dorada sobre el paralelo 42 al este de la misma provincia muy cerca al mar Argentino, junto a la ocupación militar en Malvinas por parte de la OTAN, teniendo en cuenta la diversidad de bienes comunes que el pueblo argentino y de Nuestramerica posee en la Patagonia: Agua dulce, tierras fértiles, minerales, extensos bosques y fuertes vientos.
En manos de las altas esfera de decisión política y judicial de la República Argentina queda la decisión de que si habrá una séptima marcha, ya que la militancia del campo popular de nuestro país, ha tomado como una fuerte consiga: Las Malvinas Son Argentinas, Lago Escondido También y está dispuesta a volver a marchar en defensa de la Soberanía no solo de los lagos de la Patagonia sino de todos los Lagos escondidos que tenemos en nuestro país y que han sido apropiados por los Lewis, los Beneton o que crean enclaves neocoloniales como en los puertos de los ríos Paraná y Paraguay. La Soberanía no se negocia se defiende con valentía y creatividad.