En Entre Ríos la Central advirtió sobre reiteradas expresiones del jefe de Policía provincial. “Es de una gravedad institucional que no habíamos visto hasta ahora”, recalcó Leandro Pozzi.
La CTA de los Trabajadores de Entre Ríos repudió recientes declaraciones del jefe de la Policía provincial, Gustavo Maslein, quien insiste en negar la existencia de casos de violencia institucional, “torturas y muertes no esclarecidas” que comprometen al personal policial, pero también porque la constante descalificación de los organismos de derechos humanos que hace cuando los califica como “defensores de delincuentes”.
“Resulta inadmisible desde todo punto de vista, que funcionarios policiales cuya fuerza está conducida por gobiernos regidos por el Estado de Derecho y una política nacional de derechos humanos, adopten abiertamente el lenguaje de la derecha e intenten restaurar el discurso represor en una provincia donde la Policía protagonizó en años recientes intentos desestabilizadores y golpistas a través de una sedición, que no abandona sus practicas represivas y esta presta a la persecución a los sectores populares”, advirtió la CTA.
Y, en este contexto, después de respaldar “los posicionamientos de los organismos de derechos humanos”, la Central fue clara cuando exigió “un urgente posicionamiento del gobierno provincial al respecto”.
Al respecto, el secretario de Prensa de la CTA entrerriana, Leandro Pozzi, señaló que “es de una gravedad institucional que no habíamos visto hasta ahora, que un jefe de policía de la provincia, ataque a los organismos de derechos humanos abiertamente, descalificándolos y de mucha más gravedad que lo haga en el marco de una negación de la existencia de la violencia institucional”.
Esta violencia institucional, resaltó Pozzi, “se tradujo en muchísimas ocasiones en maltrato y persecuciones a compañeras travestis o en situaciones que vimos en algunas comisarías, inclusive con el caso de un ahorcamiento que es un montaje que se produjo en una comisaría de Concordia, con un procedimiento muy irregular, y que compromete seriamente a muchos funcionarios policiales”.