De acuerdo a la fórmula de actualización jubilatoria vigente, la recomposición del haber mínimo se colocaría en el 8,7 por ciento.
Se espera que entre hoy y mañana, la directora ejecutiva de la Anses, Fernanda Raverta, de a conocer el índice de recomposición de las jubilaciones que va a comenzar a regir a partir del lunes venidero que, según se estima, va a estar en el 8,7 por ciento. De esta forma el haber mínimo va a pasar de los 19.035 a alrededor de 20.570 pesos.
Vale recordar que durante diciembre de 2019, el Congreso nacional suspendió la fórmula de actualización jubilatoria sancionada en 2017 a instancias de la Presidencia Macri, para establecer un mecanismo de actualización trimestral con montos implementados por decreto, hasta que se estableciera una nueva fórmula de ajuste que es la que comienza a regir el mes venidero.
Así las cosas, la fórmula que entra en vigencia, hace que la recomposición de jubilaciones, pensiones y AUH queden atadas a una fórmula que surge –por partes iguales- de la recaudación y la evolución de los salarios formales del sector privado.
Para establecer el número final, se va a considerar el índice de variación salarial que mide mensualmente el Indec y la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), que elabora el Ministerio de Trabajo.
Asimismo, el flamante régimen de movilidad jubilatoria establece que la actualización se lleve a cabo cada tres meses, por lo que a la de marzo, le van a suceder otras en junio, septiembre y diciembre.
De acuerdo a lo que trascendió, esta vez, el gobierno dispondría que se pague un bono que permita compensar el monto que –sin ello- quedaría alrededor de dos puntos por debajo de la inflación registrada desde la última recomposición.
Es que el último trimestre de 2020 fue de lo peor para la recaudación y la recuperación del salario real. Y ese período es el que se considera para calcular la recomposición de marzo.
El panorama tiende a mejorar para el segundo trimestre, ya que enero registró una suba de la recaudación, mientras que es previsible que algo similar pase con el salario del sector formal, que va a estar impulsado por las paritarias que ya comenzaron a ponerse en marcha.
Paliativo
Lo del bono no es algo nuevo. Esta herramienta de carácter extraordinario a la que echó mano el Gobierno nacional, permitió que las jubilaciones mínimas le ganaran a la inflación durante 2020. Sin los bonos, en el mejor de los casos, estos haberes se hubieran acercado al índice de inflación anual que fue del 36,1 por ciento.
Pero aunque las jubilaciones más bajas pudieron superar esa barrera, no pasó lo mismo con el resto que en su mayoría se colocaron en un rango inferior al 35,3.
En este contexto, durante 2020 hubo cuatro momentos de recomposición de haberes. Para marzo fue de 2,3 por ciento a lo que se añadió una suma fija de 1.500 pesos, en tanto que en junio fue de 6,12, 7,5 en septiembre y cinco por ciento a principios de diciembre.
Por su parte, quienes perciben menos haberes recibieron tres bonos: dos de cinco mil pesos fueron pagados en diciembre de 2019 y enero de 2020, y otro de tres mil pesos en abril de ese año. Estos bonos no fueron incorporados al haber, por lo que no cuentan para la base que se considera para recomposiciones futuras.
Con este telón de fondo, el Gobierno se propone que al acabar 2021 los haberes jubilatorios, las pensiones y la AUH se hayan recompuesto, al menos, cuatro puntos por encima de la inflación.
La idea es ambiciosa, sobre todo, si se tiene en cuenta el escenario que dejó la Presidencia Macri, cuando las jubilaciones perdieron en promedio, algo más que veinte puntos.
Durante 2016 la inflación fue del 44,9 por ciento pero las jubilaciones recuperaron sólo el 31,7%, lo que las dejó más de diez puntos abajo. Al año siguiente, el último regido por la fórmula anterior, la recomposición fue de algo más de tres puntos.
Ya con la fórmula que combinaba setenta por ciento del índice de inflación y el resto de la variación de salarios, la que impulsó Mauricio Macri, 2018 fue catastrófico y los jubilados perdieron 19,1 a la hora de recomponer haberes.
Al año siguiente, el bono que dispuso Alberto Fernández apenas asumió la Presidencia, fue un paliativo para las jubilaciones que se vieron duramente golpeadas por el 55,6 por el ciento de inflación que dejó Macri.