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Mar, Abr
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Política
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Lo convocó el Frente de Todos en solidaridad con Cristina de Kirchner. El PC y la FJC concurrieron con la premisa de que es preciso “sostener la movilización popular, frente a los planes de la embajada yanqui”.

“El pueblo cuida a Cristina. Cristina cuida al pueblo”, es la consigna con la que el sábado pasado, se llevó a cabo un acto en Plaza Lezama convocado por el Frente de Todos (FdeT) de la Ciudad de Buenos Aires.

Ahí estuvieron el Partido Comunista y La Fede con la premisa de que es preciso “sostener la movilización popular, frente a los planes de la embajada yanqui”, pero también para “defender a la patria y la democracia”, para hacer pública su solidaridad con la vicepresidenta, para decir “fuera el FMI y los jueces y fiscales del lafware” y exigir que “la deuda la paguen los especuladores y fugadores”.

Se trató de una actividad que en principio fue prevista para el sábado 27 de agosto, a modo de respuesta a la decisión del fiscal Diego Luciani de pedir una condena de doce años de prisión e inhabilitación perpetua para Cristina Fernández de Kirchner, en el marco de la causa que se sigue por el presunto direccionamiento de la obra pública realizada en Santa Cruz cuando era presidenta.

Por su parte, durante la misma jornada tuvo lugar en la basílica de Luján la “Misa por la paz y la fraternidad de los argentinos”. Este oficio religioso pretendió ser una respuesta ecuménica al intento de asesinato de Cristina Fernández, pero el espacio que aglutina a juntos por el Cambio rechazó participar en la cita que presidió el obispo de Mercedes-Luján, Jorge Eduardo Scheining.

Mientras tanto, también el sábado pasado, se hizo un acto bajo la consigna “Corte a la Corte Suprema” en el Parque Patricios, encabezada por el juez Juan María Ramos Padilla y Jorge Rachid, en la que se rechazó el lawfare y a la persecución política, judicial y massmediática que sufre la vicepresidenta.

Y en una dirección similar, se efectuó un acto en Plaza de los Periodistas de la localidad bonaerense de San Justo, convocada por el FdeT, que se sumó a otras actividades que con el mismo espíritu recorrieron el país durante el fin de semana.

“Desde el momento en que el fiscal Luciani ha decidido solicitar una pena de doce años de prisión e inhabilitación política de por vida para Cristina de Kirchner, ha comenzado a moverse una parte de la militancia y buena parte de la sociedad con mucha preocupación porque ya queda claro qué papel juega la llamada justicia”, destacó desde el Partido Comunista, José Chapu Urreli.

Y, en esa dirección, sostuvo que “agosto fue un mes de importantes movilizaciones, y a esto se suma el intento de magnicidio que provocó un impacto político y social que se tradujo en una movilización muy importante de la que somos parte”, por lo que “seguimos en estado de alerta y movilización”.

Asimismo, Urreli fue claro al recalcar que “el intento de asesinato es la gota que colmó el vaso, porque pasaron de los dichos a los hechos” y recordó que “desde hace mucho tiempo venía habiendo un proceso de amenazas y ataques que son actos de violencia de los sectores más reaccionarios de ultraderecha y fascistas, así que hay una preocupación importante” porque, advirtió, “si el enemigo puede provocar un golpe de nuevo tipo antes de las elecciones de 2023, lo va a hacer”.

Por su lado, desde la FJC Córdoba, Bruno Lonatti, alertó sobre el contexto que rodeó el atentado contra la vida de Cristina de Kirchner. “Era una situación previsible por los noveles de odio que bajan los medios y porque se garantiza impunidad de las redes sociales, para que esparzan su discursos de odio”, lamentó.

Y fue claro al hacer hincapié que “los que intentaron asesinar a la vicepresidenta, van contra todo el campo popular que se plantee el más mínimo horizonte de transformación en Argentina” y aseveró que, para ello, “deben destruir el relato histórico del gobierno de Cristina y lo que significa esta idea de la patria grande y en ese rumbo han trabajado”. 

Tras lo que indicó que “a los mismos medios que esparcen discursos de odio, la administración pública les garantiza la pauta oficial que es una millonada” y lamentó que la ley de medios quedó trunca, fue particularmente olvidada por la opinión pública y eliminada por los poderes centrales”.