Política
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Tras los cambios en los ministerios de Trabajo y Desarrollo Social, Gustavo Muñoz, coordinador nacional del MTL, fue crítico del rumbo político y económico del gobierno. Dijo que “la elección de los ministros fue consensuada con el FMI” y exigió cambios profundos, aunque alertó que sólo serán posibles cuando el movimiento popular articule concreta y efectivamente un programa.

Ayer el presidente Alberto Fernández le tomó juramento a los nuevos ministros y entonces asumieron formalmente Victoria Tolosa Paz, Raquel Kelly Kismer de Olmos y Ayelén Mazzina en reemplazo de Juan Zabaleta, Claudio Moroni y Elizabeth Gómez Alcorta en Desarrollo Social, Trabajo y Mujeres, Géneros y Diversidad respectivamente.

Al respecto Gustavo Indio Muñoz, coordinador nacional del MTL, dijo que “sinceramente si no impulsan políticas que apunten a mejorar, no solamente el salario de los trabajadores, sino también el trabajo, la producción y la industria en Argentina, estos cambios van a ser más de lo mismo”.

Respecto a la flamante ministra de Trabajo, Kelly Olmos, Muñoz recordó que “viene de un pasado importante en el menemismo” y que “representa a uno de los sectores más ortodoxos del PJ”, pero además señaló respecto a los otros cambios que “son manotazos de ahogado” y lamentó que la elección de los ministros sea “consensuada con el FMI”.

Con relación a la queja formulada por el secretario general de la CTA de los Trabajadores y diputado Nacional por el Frente de Todos, Hugo Yasky, quien se quejó porque no consultaron a la central ante la elección de la nueva ministra, Muñoz fue claro al afirmar que “no es normal que un presidente ande consultando a los sindicatos qué ministro elegir” y aclaró que “más que cuestionar las formas, tenemos que cuestionar que el cambio de ministros no implica, bajo ningún punto de vista, un cambio en profundidad a favor de los trabajadores”.

En esto “las fuerzas populares y de izquierda tenemos algo de responsabilidad, porque no hay ni mucha eficacia ni mucho reclamo contundente a la hora de plantear nuestras posiciones y diferencias”, dijo. Con relación a esto último, declaró que “no se puede desconocer la quietud que hay en los sectores de izquierda, populares y progresistas que nos oponemos a la derechización del Frente de Todos”.

En contrapartida, advirtió, “el sector que representa a la Embajada de EE.UU. ha avanzado ante a la pasividad de aquellos que nos oponemos a la derechización del Frente de Todos, a punto tal que los yanquis encontraron un candidato dentro del Frente mismo”, en referencia al ministro de Economía, Sergio Massa.

Para contrarrestar la difícil situación, caracterizada por un retroceso en la correlación de fuerzas, remarcó que “lamentablemente la resistencia y la oposición tiene que ser efectiva y concreta”, de lo contrario, “solo nos quedamos en la queja y en la consigna”. Para remediar esta situación, propuso “avanzar en una articulación concreta con todos aquellos sectores que pensamos parecido, que son aquellos con los que nos encontramos en la calle enfrentando al macrismo y que actualmente son los mismos con los que no estamos de acuerdo con la orientación que tomó el Frente de Todos”.

Y después de detallar que “lo nuestro es la acción, no sólo promover y hacer circular consignas, sino fundamentalmente de movilizar al pueblo y empezar a ganar las calles, con propuestas concretas”, destacó que potencialmente, si esto es así, “sin dudas los trabajadores y los movimientos sociales seremos consultados a la hora de elegir qué ministro es mejor o peor”.

Pero alertó que esta consulta “tiene que ser sincera y estar anclada a un programa de cambios y transformaciones con participación popular, de lo contrario es una formalidad cuyo resultado es cambiar algo para que nada cambie”.