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Sáb, Abr
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Sindical
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El municipio que gobierna Néstor Grindetti, es uno donde el campo popular viene sufriendo con mayor dureza las políticas de violencia institucional que, en todo el país, perpetra el Gobierno Cambiemos.

Ya va a hacer un mes de que los vecinos de Barrio Pampa hayan sido detenidos en el violento operativo ilegal que llevó adelante la policía sin ninguna orden judicial. Los uniformados entraron a palazo limpio, arrojaron gases lacrimógenos y  balas de goma sin distinción de género y edad, considerando que había niños pequeños.

 Las familias habían tomado los terrenos que son tierras fiscales en desuso, las cuelas le habían pedido al municipio para levantar sus casas y el mismo no atendió a sus reclamos.

Posteriormente el Poder Judicial dictaminó, sin solidez jurídica, la prisión preventiva a personas que no presentaban ningún riesgo de fuga, que fueron apresados injustamente y por motivos excarcelables.

Tras distintas presentaciones y manifestaciones de organizaciones sociales, sindicales y políticas los detenidos fueron puestos en libertad.

Sin embargo, el partido de sur del conurbano bonaerense no tiene a este hecho represivo como único desde que asumió su intendente Néstor Grindetti, gran socio político de Mauricio Macri.

El año pasado, la policía reprimió en un comedor con balas de goma y gases lacrimógenos, donde asisten más de cien chicos en situación de calle, entre ellos a adolescentes y niños menores de edad. Asimismo, a varios de ellos se los llevaron detenidos y los mantuvieron secuestrados en el patrullero por horas.

“Con un poco de agua sale”, dijo esa vez -descaradamente- el secretario de Seguridad de Lanús, Diego Kravens, a la hora de intentar justificar la brutal represión en la que efectivos a su cargo utilizaron gas pimienta.

Al respecto, el secretario del Partido Comunista de Lanús, Pablo Dominichini, fue claro cuando recalcó que en ese municipio “se castiga a los sectores más vulnerables, tal como quedó demostrado esa madrugada”.

Y añadió: “la gente se arrimó a hacer las cosas bien, tener un lugar dentro de la legalidad del sistema para tener su casa porque están en situación de calle y les respondieron con palos”.

En este sentido, calificó como “brutal” la represión que se vive en Lanús, tras lo que hizo hincapié en que esto se debe “a la bajada de línea del gobierno nacional, que Grindetti y Kraventz interpretan al pie de la letra”.

Asimismo, denunció que la gestión Grindetti “sólo trabaja para los sectores más acomodados”, por eso “arregla las calles en los centros comerciales y ponen policías controles para que la gente vea que están haciendo algo”.