Una situación sanitaria que empeora cada día y, encima, se viene el Proyecto de Presupuesto Cambiemos. “Cada vez más vemos enfermedades relacionadas a la escases de la alimentación”, alertó la presienta de la seccional del Hospital Gandulfo, Edith Renis.
La Cicop es uno de los actores centrales de la jornada de mañana y pasado, pero también de la resistencia contra las políticas de María Eugenia Vidal. Y desde esta gremial que nuclea a profesionales de la Salud de la provincia de Buenos Aires, presienta de la seccional del Hospital Gandulfo, Edith Renis, es clara cuando recalca que el Proyecto de Presupuesto 2019 “es terrible”.
Es que, entre otras cosas, si prospera se va a recortar partidas que cubren tratamientos de pacientes que padecen HIV y quedarán sin medicación cerca de quince mil personas.
“Es tremendo lo que quieren hacer” insiste Renis y recuerda que “ya dejaron de realizarse campañas de prevención, algo que es fundamental para el HIV que, además, ya es una enfermedad crónica que requiere de un tratamiento que no es complicado que si se realiza durante varios años logra reducir el virus de manera notable lo que mejora muchísimo la salud del paciente” por lo que un recorte de recursos para esta finalidad “va a deteriorar la calidad de vida de muchas personas”.
Pero no sólo los pacientes con HIV están en la lista de perjudicados. Hoy, una medida cautelar dictada por el Juzgado Federal 2 de La Plata ordenó la Secretaría de Salud se abstenga de suspender la dosis contra el meningococo que se aplicaba como refuerzo a niños de once años, como parte del calendario obligatorio correspondiente al Plan Nacional de Vacunación.
Al respecto, Edith Renis hizo hincapié en lo inapropiado de la decisión que había el secretario, Adolfo Rubinstein, porque “el virus con el que se pelea, en este caso el de la meningitis, se va acorralando y achicando cuanto más gente vacunada hay y, entonces, retrocede”. Por eso la importancia de que esté incluida en el Plan.
Hambre
En este contexto, la representante de Cicop fustigó la decisión gubernamental de convertir el Ministerio de Salud en Secretaría. “Se pierde presupuesto porque deja de manejar el propio”, señaló y añadió: “ahora para conseguir partidas, el secretario tendrá que pelear el subsecretario, con el Ministerio Acción Social y con Finanzas”.
Y tras recordar el papel creciente que la ministra de Acción Social, Carolina Stanley, de está dando a Caritas e iglesias evangelistas, dijo que “nada de esto es casual” y advirtió que “retrocedemos setenta años, nuevamente con la injerencia de la Iglesia dentro de la Salud”, algo que “es preocupante cuando se piensa en lo que puede pasar con campañas para prevenir enfermedades de trasmisión sexual y ni hablar de aborto”.
Porque, sentenció: “ellos conciben así a la cosa: el que puede pagar tendrá un seguro de salud, mientras que al pobre, que Dios lo ayude”.
De ahí que nadie se pueda sorprender con el ajuste y achique de personal que se verifica en todo el sistema hospitalario. “Creo que buscan ir privatizando áreas de excelencia como las que tenemos en hospitales nacionales como El Cruce y el Posadas”, reflexionó Renis y resaltó la importancia que, para el funcionamiento del sistema público de salud, tiene “el recurso humano que pueda trabajar en un buen proyecto”.
Asimismo, alertó sobre el impacto que la merma en la ingesta de cantidad y calidad de alimentos, puede tener en la salud pública.
“Esto repercute negativamente en la salud en general”, lamentó y recordó que en países con planificación seria “cuando hay problemas alimentarios se refuerzan los programas de salud como pasó en Cuba durante el período especial”, algo que “aquí no existe y, lejos de eso, en las escuelas se suprime el comedor y la calidad de la dieta de los que quedan es cada vez peor”.
Y fue contundente cuando dijo que “esto va a traer un deterioro más grande de la salud pública” y tras señalar que Argentina tiene uno de los índices más altos de obesidad y colesterol infantil, dibujó un claro trazó de esta época cuando remarcó que “hay chicos que van al hospital y tiene hambre, hay gente que está internada y no se quiere ir porque mientras que estén ahí comen. Cada vez más vemos enfermedades relacionadas a la escases de la alimentación”.