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Jue, Abr
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La dictadura encabezada por Jeanine Añez sigue en su ataque hacia la oposición y trata con desidia la situación del Coronavirus. En Nuestra Propuesta dialogamos con Javier García, del Frente Revolucionario Comuna.

Estas últimas semanas en Bolivia crecieron las muertes en las calles por Coronavirus ante el colapso del sistema sanitario público, mientras Jeanine Añez busca los métodos para avanzar en la proscripción del MAS, con una nueva imputación a Evo Morales Ayma.
El manejo de la dictadura de Jeanine Añez con respecto al Coronavirus deja a los más vulnerados en la incertidumbre. “Hay denuncias en Bolivia de que no hay seguridad correspondiente en los hospitales, donde hay médicos que hasta usan bolsas de plástico para protegerse. Hay tres hospitales que había construído el MÁS, que todavía no se inauguraron”, expresó Javier García, integrante del Frente Revolucionario Comuna (Frec), que añadió: “la dictadura despidió a dos mil médicos en enero. Bolivia es uno de los pocos países que en pandemia ha echado médicos en lugar de ampliar su capacidad”.
Ante el abandono del gobierno de facto muchas personas que contraen la enfermedad se mueren en las calles. La ciudad de Cochabamba viene siendo noticia al respecto, en lo que García enfatizó que “no es el primer lugar donde la gente muere en la calle, pero aquí es más visible porque hay periodismo independiente que no depende de la burguesía”.
La situación de vulnerabilidad -que se agudiza en la pandemia- tiene a un gobierno que implementó un bono que no fue percibido correctamente. Allí el también integrante del MÁS remarcó que “el gobierno dispuso una cuarentena que funcionaba con toque de queda y fue totalmente caótica. El sesenta por ciento de los trabajadores están en la informalidad. Eso se abordó con un bono que se pagó una sola vez en tres meses y mucha gente no lo recibió”.
Al mismo tiempo que el Covid-19 profundiza la situación de precariedad de muchos bolivianos, Añez avanza en la persecución a los opositores, algo que para García responde a que “la dictadura tiene dos opciones: negocia con la derecha de Mesa para ganar comicios o prorrogarse de manera militar. Ahí tiene un problema histórico, ya que esta dictadura ha comprado a las Fuerzas Armadas, no es que sean leales a su proyecto, por lo que ellos mismos saben que ningún ejército va a luchar cuando la presión social sea demasiado alta”.
Este lunes se volvió a imputar a Morales por “terrorismo” en una acusación en la que el líder del MAS supuestamente participó de obstaculizar el ingreso de alimentos durante el mes del Golpe de Estado perpetrado en 2019.
En esa línea García recalcó que “en Bolivia un método de presión es el corte de ruta, que se ha realizado bajo todo tipo de gobiernos y nunca se ponía en la categoría de terrorismo. Hubo cortes de ruta por sectores del MAS, en los que Evo no estuvo involucrado. Denunciar como terrorismo tiene el objetivo como última instancia proscribir la candidatura del MAS y anular su personería jurídica de cara a la elección de septiembre”.

Infamia

Por su parte, el Partido Comunista de la Argentina, hizo público su repudio a “la continuidad de la persecución política y judicial al compañero presidente Evo Morales Ayma quien una vez más es víctima del golpismo que sin pruebas lo acusa para que no pueda ser candidato”.
La actitud adoptada contra Morales, a la que el PC caracteriza como “infamia”, persigue la finalidad de que “el MAS no pueda ganar las próximas elecciones y derrotar el golpe de Estado que asesina y hambrea al hermano pueblo boliviano”.
Ante esta situación, el PC insta a “todas las personas, estados y organizaciones a repudiar este hecho y solidarizarse con la lucha del pueblo boliviano para recuperar la democracia”.
Tras lo que recalca que el golpe de Estado perpetrado entre octubre y noviembre de 2019, “contó con el auspicio y apoyo de la OEA y el Imperio”.