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El país vecino realizó este domingo la segunda vuelta de las municipales, que contó con derrotas del bolsonarismo y el avance de los partidos del centro. Panorama complejo para la izquierda hacia las presidenciales de 2022.

Brasil celebró este domingo el balotaje de las elecciones municipales que dejaron un saldo positivo para los partidos del centro, que de cara a los comicios presidenciales de 2022 ganan terreno. En Sao Paulo, Bruno Covas, del Psdb, conquistó un triunfo de la centroderecha “moderada” que retiene un Estado clave en la disputa por el Palacio de Planalto en los próximos años.
Asimismo, en Río de Janeiro el centro derrotó al candidato de Jair Bolsonaro, que así ratificó su mala elección tras la caída de Marcelo Crivella con Eduardo Paes. La derrota en suelo carioca fue categórica: Crivella sacó el 35 por ciento frente a un 64 del ex alcalde Eduardo Paes. El obispo de la Iglesia Universal del Reino de Dios arrastraba una baja popularidad por su gestión y eso se concretó en los sufragios de este domingo que le quita una capital clave a Bolsonaro, que no logró ningún triunfo de los siete alcaldes que apoyó en estos sufragios.
Paes, tras vencer al obispo Crivella, recalcó que “los cariocas manifestaron que no aceptan prejuicios, ni a quien gobierna para sus nichos. Somos una ciudad abierta, aceptamos a todos los credos, a todas las orientaciones, todos los colores. Río va a volver a ser Río”.

¿Y la izquierda?

Este domingo se ratificaron otras tendencias de la arena política brasileña: el arco progresista y de izquierda ya no tiene al PT como el único actor de peso. El Partido de los Trabajadores registró los peores resultados desde la vuelta a la democracia: perdió en Recife, en el estado de Pernambuco, Vitória y en Espíritu Santo, por lo que se quedó sin presencia en los grandes núcleos urbanos del país por primera vez desde los ochenta.
Por otro lado, el Pcdob sufrió una derrota en Porto Alegre, su principal carta en la que presentó a su dirigente Manuela Dávila, ex candidata a vicepresidenta de Fernando Haddad en 2018. Aquí el bolsonarismo llamó a respaldar la candidatura de centroderecha de Sebastián Melo y, con una fuerte campaña anticomunista y de fake news hacia Dávila, logró doblegar a la jóven por siete puntos de diferencia. No obstante, la elección ha sido positiva para el Pcdob, que se afirma como un actor protagónico en las fuerzas progresistas y cuenta en el gobernador de Maranhao -Flavio Dinho- con una pieza clave de cara a 2022.
El Psol también ha tenido una jornada esperanzadora pese a caer frente a Covas en Sao Paulo. El partido de izquierda llevó como candidato al líder del Movimiento de Trabajadores Sin Techo, Guilherme Boulos, que tras la jornada recalcó: “no fue en esta elección, pero vamos a seguir juntos. No fue hoy, pero vamos a ganar”. Vale recalcar que tanto el PT, el Pcdob y el Psol se han apoyado entre sí para el balotaje del domingo: Boulos recibió el respaldo del Pcdob y Dávila el del PT y Psol respectivamente. Estas alianzas para los municipales deberán servir de antecedente para la oposición, que tiene un desafío complejo de cara a 2022 con un PT débil, pese a sostener su peso a nivel nacional, y con los partidos del centro que hasta ahora son los que canalizan la polarización que Bolsonaro agita día a día desde lo discursivo.