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Mar, Abr
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Con la excusa de oponerse al censo nacional, la derecha boliviana busca desestabilizar al gobierno de Luis Arce y exhibe su constitución “cada vez más reaccionaria, violentas y profascista”, según advirtió el militante del Frente Revolucionario Comuna, Tupaj García.

“Estas articulaciones de la derecha son cada vez más reaccionarias, más violentas y profascistas”, advirtió el militante del Frente Revolucionario Comuna, Tupaj García, después de que el Comité Cívico Pro Santa Cruz se negara a participar en la Comisión Técnica que definirá la fecha en que se va a realizar el censo, que es resistido por la derecha cruceña que encabeza Luis Fernando Camacho.

Como gobernador de Santa Cruz, Camacho se puso a la cabeza el lockout patronal que junto a los bloqueos de rutas, tiene paralizado a ese departamento desde hace dos semanas. Con este telón de fondo, el Gobierno de Bolivia intentó buscar espacios de negociación que, en todos los casos, los cívicos cruceños se encargaron de boicotear.

Pese a esto, el viernes pasado se pudo avanzar en la constitución de una Comisión Técnica que comenzó a reunirse en la ciudad de Trinidad, capital de Beni, y cuenta con la participación de amplios sectores de la sociedad boliviana, más de trescientas autoridades de todo el país, expertos y representantes de organismos internacionales.

En este contexto, en Santa Cruz, organizaciones sociales se declararon en emergencia y rechazan el paro que promueve el Comité Cívico que, formalmente, pide que el censo se realice en 2023 y no al año siguiente como lo estableció el Gobierno. Pero queda claro que lo que lideran Camacho y sus secuaces, es un pustch con el que pretenden desestabilizar al gobierno que preside Luis Arce.

El propio mandatario alertó que Bolivia se encuentra amenazada por actores que apuestan “por la confrontación y la violencia” y, tras cambiar a su cúpula, exigió que las Fuerzas Armadas resguarden la estabilidad política y defiendan a “ultranza de la Constitución Política del Estado”.

Vale recordar que Camacho es uno de los actores claves del golpe de Estado que derrocó al gobierno de Evo Morales, por lo que no sorprende que Arce encienda luces de alarma. “Hoy Bolivia se encuentra nuevamente amenazada por aquellos que, incapaces de aportar a la democracia, apuestan hoy por la confrontación y la violencia poniendo en peligro la convivencia democrática entre bolivianos, haciendo evidente que es el pueblo el que tiene la auténtica convicción democrática porque se sabe mayoría”, denunció el presidente.

Por su parte, Tupaj García, señaló que “hace una semana el conflicto se potenciaba por la decisión de Arce de modificar a la cúpula militar, pero hoy podemos decir que se constituyó la mesa de diálogo”.

Pero pese a esto fue claro cuando recalcó que “estamos disputando el futuro, porque el fascismo se apoya sobre el miedo y la incertidumbre de lo que pueda pasar el día de mañana, en base a eso genera su movimiento” de ahí que “estamos en una ardua batalla mediática y cultural”.

Después hizo hincapié en que “es necesaria una organización más profunda en calle que de batalla sin tapujos contra la derecha” ya que, desatacó, ese sector “tiene a la corporación mediática de su lado, pero en la calle vienen siendo replegados”. Y resaltó que durante estas semanas “se dieron en Santa Cruz articulaciones interesantes entre cuadros del MAS y sectores trabajadores como mineros y campesinos, algo que debemos profundizar en pos de la organización de nuestro pueblo”.