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Vie, Abr
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A 72 horas de las elecciones piden que Noruega denuncie ante la ONU que la derecha prepara un fraude electoral y un golpe de Estado en Bolivia.

En Oslo, el Grupo de Apoyo al Proceso electoral en Bolivia, dio a conocer una carta dirigida al gobierno de Noruega, en la que pide que ese país denuncie ante el Consejo de Seguridad de la Organización de la ONU que la derecha prepara un fraude electoral y un posible golpe de Estado, si el MAS vuelve a ganar la elecciones en Bolivia.

“Nos preocupa mucho las declaraciones de la Presidenta de facto Jeanine Añez y del ministro de Gobierno Arturo Murillo en sentido de que no harán entrega del Gobierno al MAS-IPSP en caso de que este partido gane las elecciones” previstas para el domingo venidero.

Al respecto, denuncia que el gobierno de facto llevó a cabo la compra de materiales “para el uso de la policía y el ejército para reprimir a la población”, pero también que “se prepara un fraude electoral y un posible golpe de Estado si el fraude no logra detener al pueblo”.

Por eso, el Grupo internacional insta “a la comunidad internacional y a las instituciones defensoras de los Derechos Humanos y de la Democracia a estar atentos”, ya que los comicios se realizarán “en un ambiente de mucha preocupación e incertidumbre por las acciones que lleva adelante el actual Gobierno: persecución, judicialización, encarcelamientos y amenazas permanentes en contra de los candidatos, militantes y simpatizantes del Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político Por La Soberanía De Los Pueblos (MAS-IPSP)”.

Por otra parte, esta organización internacional advirtió que la situación que atraviesa Bolivia es muy crítica y recuerda que se comprobó la falacia de los alegatos de la derecha contra el ex presidente Evo Morales por fraude electoral, que fueron construidos por EE.UU. y la OEA para justificar el golpe perpetrado hace un año.

De ahí que el Grupo haga pública su preocupación por el hecho de que EE.UU. y la OEA estén involucrados “antes, durante y después de las elecciones, en línea con los intereses de la derecha contra el MAS y que la violencia de grupos extremistas contra líderes de ese partido y sus seguidores continúa incrementando el miedo en la población que puede contribuir a reducir la participación”.

Por lo que pide que las autoridades noruegas “sigan de cerca los acontecimientos y hagan uso de su voz, tanto ante las autoridades en Bolivia como en foros internacionales, sobre todo en el Consejo de Seguridad”.