Todas los partidos con representación parlamentaria suscribieron un acuerdo que permite destrabar el camino hacia la redacción de una nueva. Sólo la ultraderecha se autoexcluyó.
La semana pasada, las fuerzas políticas con representación parlamentaria con excepción de la derecha liderada por José Antonio Kast, suscribieron un acuerdo que permite destrabar el camino hacia la redacción de una nueva Constitución para Chile.
Este acuerdo prevé la conformación de un nuevo consejo constitucional que va a tener carácter paritario, con escaños reservados a representantes de pueblos originarios, que debe contar con cincuenta constituyentes elegidos democráticamente bajo las mismas reglas del Senado.
A estos representantes, los van a acompañar una comisión de 24 expertos designados por el Congreso que va a estar encargada de elaborar un anteproyecto, así como un comité técnico compuesto por catorce integrantes que vana atener la tarea de garantizar el cumplimiento de doce bases constitucionales previamente acordadas.
Ante esto, el secretario general del partido Comunista de Chile (PCCh), Lautaro Carmona, sostuvo que “viene una tarea muy dura”, pero que a la vez se presenta “muy desafiante, con mucho debate político y de ideas, mucha formulación pública”, por lo que recalcó que “para ese efecto vale considerar cómo será la participación ciudadana”.
Cabe recordar que tras un largo proceso en el que una constituyente construyó un texto para reemplazar al vigente que rige desde la dictadura encabezada por Augusto Pinochet, el 4 de septiembre casi el 62 por ciento de los votantes en el plebiscito convocado para esa jornada, le dieron la espalda a la propuesta constitucional, por lo que el gobierno encabezado por Gabriel Boric, debió comenzar a negociar una salida en un escenario en el que la derecha se había fortalecido.
Esta situación “hace que la derecha tenga capacidad de imponer y de presionar”, indica Carmona y advierte que “vienen varias batallas”, entre otras, “ver cuáles serán las propuestas de candidatas y candidatos a expertos para que sean ratificados por el Congreso, que van a postular las distintas fuerzas con representación parlamentaria”.
Y, en este sentido, tras resaltar que “a propuesta nuestra, logramos algo que no estaba, y es que los expertos fuera en base a una composición paritaria”, fue claro al remarcar que “viene mucha formulación pública y para ese efecto vale considerar cómo será la participación ciudadana que quedó acordada y que tendrá centralidad en las universidades a lo largo del país, con método abierto de integración de opiniones de distintos sectores”.
Por lo que insistió en que es preciso que “todos promovamos mucha participación con los mecanismos metodológicos que existirán, para que se pueda canalizar la opinión y la propuesta y que tenga efectividad”.