Sidebar

[Offcanvas] Navegación superior

27
Sáb, Abr
85 New Articles

Género
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

El sábado la Corriente Lohana Berkins participó del Malón del Orgullo que se dio cita en Plaza Llavalle.

En el Mes del Orgullo en Ciudad de Buenos Aires brilló el Malón del Orgullo, como una expresión que fusionó las convocatorias, reivindicaciones y experiencias de quienes vienen protagonizando el Tercer Malón por la Paz e integrantes del colectivo travestis-trans que se movilizaron con la consigna “A descolonizarnos contra todos los genocidios”.

La cita fue el sábado pasado en Plaza Lavalle y ahí se hizo presente la Corriente Nacional Lohana Berkins, que participó de las actividades previstas por esta convocatoria que fue artística y política en la que estuvieron Susy Shock, Marlene Wayar, Banda de les mostres, Brotecitos, Aldana Bello, Comunidad Ballroom, Maryta de Humahuaca, Andrea Bazán, Caro Bonillo y Nayla Beltrán.

“Acompañamos y nos solidarizamos con nuestros pueblos ancestrales, aportando nuestros colores, nuestra alegría, nuestras nuevas danzas y melodías, nuestra rabia, nuestra lucha y nuestro amor”, destacó la convocatoria que también hizo hincapié en que “no hemos descendido de los barcos, nacimos en territorios americanos y nuestra urbanidad no nos ha deshumanizado”.

En esta dirección, Marlene Wayar, explicó que la construcción del Malón del Orgullo implica desplazar la jornada del eje que tradicionalmente une Plaza de Mayo con Plaza Congreso, para llevarla hacia otro lado que es el del “abrazo con el Malón de la Paz”.

Y este abrazo, sostuvo la activista trans, tiene muchos motivos, ya que “hay un primer desabrazo en ignorar a los pueblos originarios que lo que hace es ocultar todo un racismo que tenemos inserto y que, como no lo asumimos, tampoco lo podemos trabajar”, por lo que “el abrazo nos encuentra en el pedido común de humanidad en el sentido profundo, para no dejarnos deshumanizar por un sistema que nos propone la alienación de lo humano, que nos enferma de diferentes modos pero sobre todo desde el capitalismo a ultranza que no nos permite la posibilidad de pensarnos de otra manera que como seres individuales, y eso va en contra de nuestros intereses y en contra de la construcción misma del sentido político de la democracia”.