“Volveremos a vernos en las calles el 8 de marzo y las veces que haga falta para seguir cuidando todos nuestros derechos conquistados”, advirtió la secretaria de Igualdad de Géneros y Diversidades de Suteba Lomas, Gabriela Brizuela.
Durante los últimos días el frenesí liberticida se profundizó sobre varios objetivos. Y uno de ellos ya es un clásico para La Libertad Avanza (LLA): las políticas de género y diversidad, lo que pone en la mira a las leyes (27610 y 26.150.
Se trata de las normas destinadas a regular el acceso a la interrupción voluntaria y legal del embarazo y a la atención postaborto para todas las personas con capacidad de gestar, así como de la que establece el derecho de niños y adolescentes a recibir Educación Sexual Integral, por lo que creó el Programa Nacional de ESI, con el propósito de garantizar el acceso a este derecho en todas las escuelas del país.
En el primero de los casos, la bancada de LLA en Diputados, impulsa un proyecto presentado por Rocío Belén Bonacci, Oscar Zago, Beltrán Benedit, María Fernanda Araujo, Lilia Lemoine y Manuel Quintar por el que se pretende derogar la Ley 27610, pero también la normativa que ya regía antes de su sanción, por lo que si prospera se retrotraería la situación hasta antes de 1921.
Y todo esto en un contexto en el que arrecian los cuestionamientos desde el oficialismo a normativas como la Ley 27499, más conocida como Ley Micaela que establece la capacitación obligatoria en género y violencia de género para todas las personas que se desempeñan en todos sus niveles y jerarquías de la función pública.
Una de las principales espadas del pustch contra la Ley Micaela es, ni más ni menos, que el secretario de Niñez y Familia, Pablo de la Torre, quien sin empacho no hace mucho aseveró que esta norma “no ha dado resultado”, por lo que relativizó la importancia que tiene la capacitación que en esta materia reciben los agentes estatales.
“Es evidentemente que al secretario Torres le falta la capacitación en Ley Micaela”, señaló al respecto la secretaria de Igualdad de Géneros y Diversidades de Suteba Lomas, Gabriela Brizuela, quien añadió que esta norma “es maravillosa y nace como necesidad de hacer cumplir otras”, ya que “permite identificar y desnaturalizar la verdadera raíz de la violencia machista que es una violencia patriarcal que se da de manera transversal”.
Y defendió que su alcance tenga carácter obligatorio para el personal que cumple funciones en los tres poderes estatales, algo que “tiene como objetivo la sensibilización y que se asuman nuevos compromisos con perspectiva de géneros”, pero también que “se garantice a las mujeres y diversidades una vida sin violencias institucionales”.
Pero nada de esto puede sorprender en una gestión que tiene a la cabeza a alguien que, como el presidente Javier Milei, manifiesta constantemente desprecio y una mirada perturbadora respecto a los temas vinculados a sexualidad y género, en particular, por la Educación Sexual Integral que pretende eliminar de la educación pública.
“Tenemos muchísimos problemas estructurales como país y muchos se profundizaron durante los dos últimos meses en los que se deja sin alimento a comedores comunitarios y ahora se subvencionan a las iglesias evangélicas con las que claramente el gobierno comparte su ideología misógina y represora”, lamentó Gabriela Brizuela y denunció que en este contexto “ahora vienen por el derecho a decidir, porque la Educación Sexual Integral nos brinda la posibilidad de construir y fortalecer espacios transversales de enseñanza y aprendizaje que comprende las áreas y niveles escolares adecuados para cada etapa de desarrollo, junto a las familias y las comunidades educativas”.
En este sentido, hizo hincapié en que “no podemos permitir que personajes como el legislador Ramiro Marra, apunte contra la ESI recomendando a las niñeces a ‘mirar pornografía’ para informarse”. Y puntualizó que la ESI “pone en el centro a las niñeces y adolescencias para que puedan desarrollar un proyecto de vida integral, saludable, pleno y feliz”, al tiempo que es “una herramienta clave que les permite tomar decisiones responsables sobre el cuidado y respeto a sus cuerpos y los otros, los vínculos con otras personas y sobre el ejercicio de la sexualidad y salud sexual”. Por lo que sin dudarlo sostuvo que ESI “es fundamental para que las niñeces identifiquen casos de abusos y puedan pedir ayuda”.
De ahí que Gabriela Brizuela advirtió que “estamos en alerta y vamos a seguir reiterando que la Educación Sexual Integral para decidir, los anticonceptivos lo son para no abortar y el aborto legal, seguro y gratuito lo es para no morir”. Y con estos planteos, “volveremos a vernos en las calles el 8 de marzo y las veces que haga falta para seguir cuidando todos nuestros derechos conquistados”.