Así lo definió el Secretario General del Partido Comunista de la Argentina, Jorge Kreyness, a la hora de reflexionar sobre las elecciones legislativas del domingo. Recalcó que “tenemos por delante un trabajo enorme y, por eso, debemos recomponer al mejor estilo plebeyo y revolucionario un Partido Comunista capaz de estar a la altura de las necesidades que tiene el pueblo argentino y especialmente la clase obrera”.
Todavía persisten los ecos que dejó el resultado electoral de la jornada del domingo pasado que, sin dudas, fortaleció al proyecto neofascista, ultraliberal y neocolonial de Javier Mieli, que cuenta con un abierto apoyo de la Administración Trump, tal como se explicitó durante las semanas previas a los comicios y todo en medio de un escenario regional en el que EE.UU. arrecia sus ataques abiertos contra Venezuela. Se trata de “un momento muy difícil para la Argentina, con una sociedad muy confundida que ha sufrido duros golpes”, opinó Jorge Kreyness, Secretario General del PCA, ubicando el marco en el que se dieron los resultados electorales del domingo y la coyuntura que a partir de ellos queda configurada.
Las declaraciones de Kreyness fueron realizadas ayer lunes por la tarde en el programa Voces y Contexto de Radio Caput, conducido por Adriana Prado. En la entrevista el titular del Partido Comunista de la Argentina señaló que “asistimos a una crisis de representación política enorme” que, entre otras cosas, se ve reflejada “en el ausentismo, que ha sido mayor que en otras ocasiones”.
En este sentido, advirtió que “también hay otros elementos que tienen que ver con la falta de perspectiva que brinda el tipo de sociedad en que vivimos, donde la juventud carece de perspectivas de un futuro previsible”, al tiempo que se ve bombardeada por “una lluvia sistemática de información por las redes, televisión y celulares, lo que configura un escenario en el que se fomenta el individualismo, que favorece el pensamiento neoliberal y entonces no importa la Patria, se pierde la condición de pueblo, de trabajadores y clase social”. Por lo tanto, caracterizó que “somos una sociedad que no sé si está rota pero sí tiene muchos resquebrajamientos que se expresan de diferentes modos y también en momentos electorales”.
Está claro que no se puede analizar el resultado del domingo soslayando el papel central que adoptó EE.UU. a favor de Milei. Sobre este punto, Kreynes afirmó que “fue una elección en la que jugó un rol descollante Donald Trump y toda la gestión que hicieron en Washington el presidente y su ministro de Economía durante los días previos” y recordó que para poder comprender esta historia “hay que preguntarse qué piden a cambio y nos vamos a encontrar con que lo que piden es mucho”, ya que “este triunfo del mileismo representa para EE.UU. dividendos que se quieren asegurar con la extracción de recursos naturales, de las ganancias de sus corporaciones presentes en el país y también con las ganancias extraordinarias del sistema financiero, que en su gran mayoría está integrado por bancos estadounidenses”.
El camino recorrido hacia la jornada electoral también dejó como saldo una rica experiencia para el PC y su militancia. “Consideramos que el problema es el capitalismo y que por lo tanto lo que hace falta en Argentina es un espacio político, no importa que sea un frente, movimiento o partido, que ponga en cuestión al capitalismo y que lo haga desde una perspectiva antiimperialista y antifascista completa”, subrayó Kreyness y recalcó que la militancia comunista llevó adelante una campaña que permitió visibilizar al Partido en la Ciudad de Buenos Aires con una lista propia, la 314, y en los distintos armados programáticos electorales en los que se presentó, como en Santa Fe, Entre Ríos, San Luis y Córdoba. Al respecto, ponderó que “el PC habló de política y presentó dirigentes interesantes, cuadros jóvenes que libraron una batalla política en condiciones hostiles y pese a eso se logró organizar una fuerza que salió a luchar por los espacios públicos con buena presencia en las calles”.
¿Qué momento es el que se abre tras estas elecciones de medio término y, sobre todo, a la luz del resultado que tuvieron? “En Argentina hay una severa crisis del capitalismo, por lo que es pertinente plantarse un proyecto socialista de liberación nacional para nuestro país”, insistió Kreyness, remarcando que “no es posible construir una sociedad más justa, sin explotadores ni explotados, si el país no se libera de sus ataduras con el imperialismo”. Y, para eso, “resulta necesario construir la correlación de fuerzas que nos permita avanzar en tal dirección”.
Por ello es que trazó como prioridad “poner en el centro un plan de acción, un plan político, un programa de gobierno, en un escenario en el que las fuerzas políticas tradicionales llegan a un grado de agotamiento”. Dentro de ese escenario indicó que “vemos un peronismo con disposición a la liberación de la Patria, la soberanía, la dignidad nacional y la justicia social, pero también otro que es diferente: muchos gobernadores del PJ están apoyando a Milei y a sus proyectos legislativos”.

Mientras que definió que “cuando acabemos de sacar al gobierno de Milei y compañía, lo que va a quedar es un verdadero tendal y entonces vamos a necesitar una política y un plan de reconstrucción nacional que deberá darse a partir de ideas que no son las que han prevalecido hasta ahora, no son las ideas de la moderación y del institucionalismo fuera de contexto”. Por lo cual anticipó que “tenemos por delante un trabajo enorme y, por eso, debemos recomponer al mejor estilo plebeyo y revolucionario un Partido Comunista que sea capaz de estar a la altura de las necesidades que tiene el pueblo argentino y, especialmente, la clase obrera en este momento tan delicado del país”.
Contexto regional y global
“América Latina es un continente en disputa”, destacó el titular del PC al referirse al mapa internacional en el que tuvo lugar el proceso electoral que desembocó en la jornada del último domingo y puntualizó que “EE.UU. vive una profunda crisis que en parte se expresa en el hecho de que cada vez le cueste más dominar al mundo”. Junto con esto, observó que en Asia, con la presencia de República Popular China e India, “ha perdido esa capacidad de tener influencia y algo similar pasa en África, especialmente por la presencia china con sus inversiones y estilo de relaciones internacionales que prioriza que ambas partes ganen”.
Mientras tanto, en Nuestra América “tenemos los casos de Cuba, Venezuela y Nicaragua que se sostienen como procesos revolucionarios”, y al mismo tiempo aparecen nuevas voces “como las de México y Colombia”, algo que quedó explicitado con lo sucedido en torno a la convocatoria a la Cumbre de las Américas que, a instancias de Estados Unidos, se va a realizar en Santo Domingo durante los primeros cinco días de diciembre. Para esa cita se marginó a Cuba, Venezuela y Nicaragua, por lo que Colombia y México decidieron no asistir.
“Tenemos en pugna dos proyectos en nuestra región”, sentenció el secretario del PC y explicó que uno de ellos “es el de la clásica dominación estadounidense, en algún caso con alguna participación de Europa occidental”, mientras que por otro lado aparece aquel “que se plantea a partir de un esquema distinto, diverso y plural, basado en criterios de soberanía y dignidad nacional que, aún con sus contradicciones, trata de salir adelante con independencia”. Por ello, recalcó, “somos un continente en constante lucha, donde hay derrotas y victorias”.
Con este telón de fondo, “con el regreso de Trump y su política agresiva ahora mismo se instala una fuerza naval muy poderosa con una capacidad de ataque en el límite del mar territorial venezolano, en el Caribe”, pero asimismo “el imperialismo norteamericano utiliza el mecanismo del endeudamiento de los países sometidos para consolidar el sometimiento, tal como pasa en Argentina”, donde “aprovecha al gobierno de Milei para avanzar sobre nuestro territorio, con la idea de instalar una base de submarinos que le permita controlar el Atlántico y el Pacífico sur y el acceso a la Antártida”.
Por eso es que no dudó a la hora de aseverar que “en Argentina estamos viviendo una entrega y hay peligro de que esto se profundice como producto de este resultado electoral, porque vienen por el litio y las tierras raras que son fundamentales para el desarrollo de las nuevas tecnologías”, pero también “están entregando la pampa húmeda y la Sociedad Rural, Coninagro y Carbap van a tener que someterse a la hegemonía del gran capital de los fondos de inversión como BlacRock y Vanguard, que quieren apropiarse del mercado local de alimentos para tener más peso en el mercado mundial de esos productos”.
Va quedando claro entonces de qué va la “ayuda” de los yanquis, pero también a qué juega en todo esto la pata militar del imperio que actualmente tiene presencia en nuestro país en el marco del Operativo Tridente. “El domingo fuimos a elecciones con presencia de tropas estadounidenses en los puertos de Bahía Blanca, Mar del Plata y Ushuaia”, denunció Kreyness y alertó que eso está íntimamente vinculado a los intereses estratégicos estadounidenses, los mismos que llevaron a que los grandes ganadores del 26 de octubre hayan sido Donald Trump y Scott Bessent. Para graficarlo con claridad, dijo que “con la amenaza de que si no ganaba La Libertad Avanza no iba a llegar la supuesta ayuda y se iba a disparar el dólar, se metieron de lleno en la elección, sumando un factor de peso”.

En el mismo sentido, recordó que como si todo esto fuera poco, dos días antes de los comicios se realizó en el Teatro Colón la reunión anual de la banca JP Morgan, encabezada por su CEO, Jamie Dimon, que contó con presencias como las de la ex secretaria de Estado estadounidense, Condolezza Rice, y el ex premier británico Tony Blair. De ella también participaron representantes del empresariado “nacional” que sostiene a este gobierno cipayo y acrecienta en la timba financiera sus fortunas, como Marcos Galperin (Mercado Libre), Eduardo Escasany (Grupo Galicia), Armando Loson (Grupo Albanesi), Mariano Bosch (Adecoagro) y Eduardo Elsztain (IRSA); además estuvo presente el Ceo de YPF y hombre fuerte de Techint, Horacio Marín (quien aprovechó la ocasión para hacer lobby por su nombramiento aún no confirmado como Jefe de Gabinete del gobierno), y el anfitrión Facundo Gómez Minujín, Ceo del JP Morgan en el país y presidente de la influyente AmCham (Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina).
Dimon es una pieza clave de las conversaciones que lleva a cabo la Presidencia Milei para obtener un paquete de apoyo financiero sostenido con fondos privados. Esto es un flor de negocio para el JP Morgan que, además de haber colocado a figuras de su riñón en los puestos más encumbrados de la gestión económica de nuestro país (como el propio Toto Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili), sumó como Canciller al ex secretario de Finanzas Pablo Quirno, y se frota las manos ante una nueva ronda de endeudamiento para el pueblo argentino.
“Esa banca que lleva el nombre de un pirata es la designada para realizar las transacciones y matufias financieras alrededor de la deuda, ayudó a Milei y va a seguir haciéndolo para que continúe en el gobierno”, aseveró Kreyness, insistiendo con que a cambio se le garantiza a EE.UU. “presencia militar, recursos naturales y que Argentina sea un país que trabaje para romper la unidad latinoamericana y caribeña en las instancias que se lograron construir, como al Celac, que son precisamente las que necesitamos porque cada uno de nuestros países por separado no puede avanzar”.
Finalmente, el Secretario General del Partido Comunista de la Argentina recordó que, ni bien asumió como presidente, Milei rechazó la membresía de nuestro país en el Brics, algo que “significó quedar atado de pies y manos a las estrategias de EE.UU. , que busca llevarse nuestros recursos, ahogarnos económicamente y tener controlado el paso bioceánico sur y el acceso a la Antártida con instalaciones militares de la una potencia que hizo uso de armas nucleares contra seres humanos, un país en permanente estado de guerra que ataca e invade a otros y que apoya al sionismo israelí contra el pueblo palestino, constituyendo un genocidio digno del más tremendo de los repudios”.