Fueron agredidas la sede del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, así como el centro cultural Casa Azul, en la capital provincial.
El mismo día en que la Cámara de Diputados de la Nación se trataba el proyecto de ley de cupo laboral travesti-trans, en la ciudad de San Luis, la sede del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) sufría el segundo ataque en menos de tres meses, en un hecho que ese organismo y la Mesa de Articulación Lgbtiq+ calificaron como un acto “de violencia motivados por el odio hacia nuestra comunidad”.
Ese mismo día también fue atacado en la misma ciudad, el centro cultural Casa Azul donde, como en el caso de la sede del Inadi, pintarrajearon la fachada y quemaron banderas del orgullo trans y pancartas que estaban sobre el frente de los edificios.
Las consignas que estamparon en el frente de los edificios, fueron firmadas por una autodenominada “brigada mata progre” y tienen fuerte contenido transfóbico, pero también amenazas directas contra la integridad física y la vida de los integrantes del Inadi y la Casa.
Ante esto la Corriente Nacional Lohana Berkins advirtió que los ataques no son hechos aislados, sino un plan sistemático del “fascismo que permanentemente busca destruir todo aquello que no se amolda a sus estándares de conservadurismo recalcitrante”, por lo que lo vincula con el atentado perpetrado contra el local de La Campora de Bahía Blanca.
Y tras sostener que “no existe diálogo posible con el fascismo” exigió “el accionar inmediato y efectivo de la Justicia en este caso ya que el silencio ante estas situaciones es y será cómplice”.
Asimismo, destacó que “estamos un paso más cerca de conseguir aquello por lo que Diana Sacayán y Lohana Berkins han batallado incansablemente, y este hecho genera profundo dolor en los grupos odiantes, pero bien sabemos que el vuelo de las mariposas es imparable”.
