Sidebar

[Offcanvas] Navegación superior

27
Sáb, Abr
89 New Articles

DDHH
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

Un caso emblemático de los crímenes de la última dictadura es el de Joaquín Guil, quien está imputado de haber perpetrado el delito de abuso deshonesto agravado por la calidad de funcionario, el uso de intimidación y por el concurso de dos o más personas, en calidad de autor mediato.

“Esperamos las más severas penas para Guil”, sostuvo desde el Partido Comunista de Salta, Mariana Leonard y recordó que “todavía hay muchos policías que no han sido identificados en el caso, algo que Guil debe saber y no declara, porque el era el jefe de los autores materiales del abuso”.

El Tribunal Oral Federal 1 de Salta, integrado por Federico Santiago Díaz, Marta Snopek y Marcelo Juárez Almaraz, comenzó a juzgar hace poco al ex comisario de la Policía de esa provincia, Joaquín Guil, por el delito de abuso deshonesto agravado por la calidad de funcionario, el uso de intimidación y por el concurso de dos o más personas, en calidad de autor mediato.

Para este juicio, la acusación corre por cuenta del fiscal general Carlos Martín Amad, que es quien está a cargo del Área de Derechos Humanos de la Unidad Fiscal Salta, en un caso que fue iniciado a partir de la denuncia radicada por la hermana de un militante de la Juventud Peronista que, el 24 de abril de 1975, se presentó en el edificio de la Jefatura de la Policía de de Salta, para buscar una autorización requerida por la morgue del Hospital San Bernardo para la entrega del cadáver del joven que había sido ejecutado durante un operativo de esa fuerza, cuatro días antes.

En esas circunstancias, la joven fue abusada en un hecho en el que las pruebas aportadas, ponen a Guil como el principal responsable, por lo que se lo procesó por “la privación ilegítima de la libertad, los apremios ilegales, la violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada y cualquier otra forma de violencia sexual de gravedad comparable, entre otros, resultan ser delitos de lesa humanidad”.

Al respecto, Mariana Leonard hizo hincapié en la gravedad del hecho. “Lo que ha vivido la víctima es terrible”, lamentó y puntualizó que “su madre había fallecido después de enterarse de la muerte de su hermano y cuando va la comisaría a que le autoricen el traslado del cuerpo, sufrió el abuso por parte de la policía”.

Y, en esta dirección, fue clara cuando dijo que “es importante que estos casos de abuso durante la dictadura y los momentos previos, que fueron muchísimos, puedan ser juzgados para que se sepa todo lo que pasó, al igual que todo los otros crímenes que no sean necesariamente de lesa humanidad”, ya que “todo tiene que ver con el derecho a al verdad”.