Fue elevada a juicio oral y el ex gerente de firma, Juan Ronaldo Tasselkraut, deberá responder penalmente por las desapariciones forzadas de los obreros Héctor Ratto y Diego Núñez, quien sigue desaparecido.
Pasaron veinte años desde que comenzó a sustanciarse la investigación por los secuestros de trabajadores de la planta que Mercedes Benz posee en Virrey del Pino, Héctor Ratto y Diego Núñez, y quien fuera gerente de producción de la firma durante los primeros años de la dictadura, Juan Ronaldo Tasselkraut, finalmente fue elevado a juicio.
Así lo dispuso la jueza federal de San Martín, Alicia Vence, quien la semana pasada envió la investigación al tribunal oral, después de que la Cámara Federal de Casación Penal confirmara el procesamiento de Tasselkraut a quien se le imputa haber participado en la privación ilegal de la libertad de Ratto y Núñez quien continúa desaparecido.
El de Tasselkraut es un caso particular, ya que a diferencia de otros actores de la pata empresarial de la última dictadura, al declarar durante 2001 en uno de los juicios por la verdad que se llevaban a cabo por entonces, reconoció que la automotriz resultó beneficiada por la represión ilegal que perpetraba la dictadura, ya que merced al terror reinante que derivaba, entre otras cosas, de secuestros de operarios, la planta incrementaba su productividad.
Los primeros datos que se hicieron públicos sobre lo que pasaba en la fábrica de Mercedes Benz durante la dictadura, llegaron de la mano del Juicio a las Juntas donde se presentaron testimonios que dieron cuenta de la existencia de operarios desaparecidos. También hubo una denuncia contra la automotriz que fue radicada en Alemania y con la caída de las leyes de impunidad, desde hace dos décadas se viene tramitando una denuncia similar en nuestro país.
Con este telón de fondo, Tasselkraut fue beneficiado en 2022 por el sobreseimiento que después revocó parcialmente la Cámara Federal de San Martín que devolvió el expediente a la jueza Vence, pero para que lo investigue sólo por los secuestros de dos trabajadores en lugar de los siete casos que originalmente se le imputaban.
Después de ser secuestrados, Ratto y Núñez fueron trasladados a uno de los centros de detención clandestinos que funcionaban en el predio de Campo de Mayo y precisamente la Asociación de Sobrevivientes, Familiares y Compañeros de Campo de Mayo que preside Iris Pereyra de Avellaneda, tuvo un papel central para que la causa se reavivara y finalmente Tasselkraut deba responder en juicio.