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Mié, May
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Mientras el gobierno insiste con su plan de imponer las SAD a poco del comienzo de los Juegos Olímpicos, el Gobierno Milei desmantela el Centro de Alto Rendimiento Deportivo.

El gobierno que encabeza Javier Milei persiste con su idea de avanzar hacia la privatización del fútbol, por medio de un sistema de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), mientras que en la misma sintonía acaba de perpetrar una ola de despidos, que hizo que la motosierra llegara hasta el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD), que recientemente dejó en la calle a más de treinta trabajadores.

Y como fotografía de la Era Milei, a esto se suma la incertidumbre que pesa sobre la delegación que debe representar a nuestro país que, a cien días del inicio de los Juegos Olímpicos París 2024, todavía no sabe con qué recursos va a contar para viajar a la capital francesa y desempeñarse en la justa deportiva.

Pero peor aún es la que tienen las comunidades que constituyen los clubes de barrio que, como consecuencia de los tarifazos en los servicios de agua, electricidad y gas enfrentan una situación extrema que, en algunos casos, los pone ante la posibilidad de dejar de existir.

Lo concreto es que el deporte nacional está sufriendo un drástico desfinanciamiento, quizás el más fuerte de su historia, y esto es algo que reconocen hasta algunos integrantes del esquema que puso a Milei en La Rosada.

Uno de ellos es el remero Ariel Suárez, que fue precandidato a intendente de San Fernando por Juntos por el Cambio y durante la campaña presidencial, se mostró como un ferviente adherente a Milei. “Así está el estado del deporte nacional hoy sin conducción y a la deriva. No hay plata pero tampoco hay intención de gestión. Sólo les interesa la Sociedad Anónima en los clubes de fútbol y no el deporte olímpico. Muy triste todo”, lamentó no hace mucho en la red social X, al quejarse de las condiciones en que se transita el camino hacia Paris 2024.

Suárez es alguien de la propia tropa liberticida, que hasta hace poco estuvo en primera línea bancando el ajuste, los despidos y privatizaciones, pero además ganó tres medallas de oro en Juegos Panamericanos y fue cuarto en los Juegos Olímpicos Londres 2012, logros a los que pudo llegar gracias a la formación como deportista de alto rendimiento, a la que pudo acceder con la creación del Enard-Cenard. El ejemplo de Suárez viene como anillo al dedo para retratar dos épocas muy distintas de la relación entre el Estado y el deporte amateur.

Por otra parte, después de que un grupo de diputados del PRO presentara un proyecto por el que se busca autorizar que las Sociedades Anónimas Deportivas actúen en el Fútbol y de que el DNU 70/2023 se presentara en idéntica dirección, días atrás el pustch tuvo otra vuelta de rosca cuando públicamente volvieron a plantear el tema los diputados Héctor Baldassi y Juliana Santillán, el ministro de Ambiente, Turismo y Deporte, Daniel Scioli y su subsecretario Julio Garro, tras sostener una reunión con el empresario Guillermo Tofoni.

“Trabajamos en los lineamientos para avanzar en la reglamentación de las sociedades anónimas deportivas optativas, en consonancia con el DNU que se encuentra vigente”, recalcó Scioli después del encuentro.

Pero en medio de este panorama desolador, lo más acuciante son los despidos que, como en toda la administración pública afectan al Cenard. Según se supo, las cesantías forman parte de un plan que se presenta como “de adecuación” del organismo, que comprendería al treinta por ciento de la planta compuesta por cuatrocientos trabajadores que se desempeñan en las sedes de Núñez, la Pista Nacional de Remo y Canotaje y el Centro Nacional Deportivo de Ezeiza.

Los despidos en el Cenard por parte de la Subsecretaría de Deportes, generan una nueva preocupación dentro del deporte argentino, que desde hace semanas se encuentra en alerta máxima por la falta de respuesta del Estado para ayudar a los deportistas, más allá de los Juegos Olímpicos de París 2024.

El sistema de becas del Enard indica que un “clasificado nominal” para los Juegos Olímpicos/Paralímpicos percibirá una beca mensual de 204 mil pesos, que podría extenderse hasta los Juegos Olímpicos de Invierno de Milán-Cortina 2026. El monto ascenderá a los 355.680 pesos para los deportistas que tengan “resultados que pronostiquen condiciones objetivas de podio olímpico”. Por último, la beca de “Excelencia” es de 468 mil pesos y aplica al “medallista olímpico o paralímpico de Tokio 2020 revalidado en el último Campeonato Mundial”.

En cuanto a los Juegos Panamericanos, el monto baja considerablemente y hace meses que no recibe ningún tipo de aumento. En esta categoría hay más de mil deportistas. Los del nivel “Sudamericano” cobran 187.200 pesos, los de la categoría “Proyección”, ascienden a 224.640 pesos y por último está el nivel de “Excelencia” con un monto de 262.080 pesos.

Y no menos preocupante es la situación del que es el primer eslabón de la cadena que culmina con deportistas de excelencia y medallistas olímpicos: los clubes de barrio que, en muchos casos, son el semillero desde donde salen las glorias de nuestro fútbol.

Al respecto, quien se pronunció no hace mucho fue el entrenador campeón del mundo con la Selección Argentina en 1978, César Luis Menotti, quien cuestionó la posibilidad de convertir a los clubes del fútbol argentino en SAD. “Un club de fútbol es un hecho cultural que en Argentina se fabricó a través de las esquinas de los barrios, no es que vinieron grandes poderes económicos y dijeron: ‘Vamos a crear clubes’. El club lo crea el barrio, el vecino y los sueños de las nuevas generaciones que los siguen defendiendo”, sostuvo el director general de selecciones nacionales de la AFA, en diálogo con Radio Splendid, tras lo que fue claro al sostener que “cuando veo estas luchas por privatizar, me pongo muy mal. ¿Privatizar qué? Me duele mucho. Yo siento realmente un peligro por la profunda desculturización que está sufriendo la Argentina”.