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La Cámara de Apelaciones revocó el fallo de la jueza Alejandra Abrevaya y quedó todo listo para que se pueda votar en Boca el domingo venidero.

A partir de una resolución de la Cámara de Apelaciones que fue dada a conocer el lunes pasado, que revocó la cautelar de la jueza Alejandra Abrevaya, se habilitó el terreno para que se realicen los comicios en el club y los socios de Boca podrán elegir a su próximo presidente y autoridades, lo que evita la postergación de los comicios hasta el año que viene, que era una de las posibilidades que había tomado cuerpo durante las últimas semanas.

Lo resuelto por la Cámara acomoda las cosas, tras semanas donde el conflicto que inició la oposición del club encabezada por Andrés Ibarra y Mauricio Macri con sus socios judiciales, tensionó la situación a punto tal que sobrevoló la posibilidad de una intervención del club. Como se recodará, la jueza Abrevaya dictó una medida cautelar  que suspendió  las elecciones y lo hizo como
respuesta a una denuncia que fue presentada por la lista opositora que dijo que se había habilitado irregularmente a 13.364 socios en el padrón. Entre idas y vueltas, Abrevaya se apartó de la causa que quedó en manos de la jueza Analía Romero, quien duró menos que su antecesora. Sucede que Romero es integrante de una agrupación de magistrados afín al macrismo, Compromiso Judicial, pero también es socia activa de Boca y para acceder a ese status, mágicamente, salteó el requisito previo necesario que es ser socio adherente. Este paso sin escalas, tuvo lugar en tiempos en que conducía el club el delfín de Macri, Daniel Angelici, quien además es una pieza clave del ex presidente en la Mesa Judicial y que, por lo tanto, cuando tenía los comandos de Boca nunca dudó a la hora de favorecer a jueces y fiscales.

Ahora, una vez conocida la decisión de la Cámara de Apelaciones, la Comisión Directiva del club comandada por Jorge Amor Ameal y Juan Román Riquelme se movió rápido y tras una reunión que duró casi una hora, anunció que el domingo los socios xeneizes pueden votar y esto incluye al segmento del padrón que fue cuestionado por el tándem Ibarra-Macri. Así, son 94.188 los socios habilitados para votar durante una jornada en la que se espera una participación de entre el cincuenta y el sesenta por ciento del padrón, algo que entusiasma a las actuales autoridades boqueases que sueñan con alcanzar un nuevo récord en el club, superando los 37.930 votantes de las elecciones de 2019,  cuando la fórmula de Ameal-Pergolini-Riquelme  se impuso con el
53 por ciento.

Y con este telón de fondo, ayer Ibarra sostuvo que su sector acata lo decidido por la Cámara, mientras que Mario Pergolini puntualizó: “Listo. La Justicia habló ¡A votar y a volver, todos juntos, a alentar a Boca!”, por lo que todo indica que el domingo se va a votar en Boca.

Se ganó la batalla, pero la lucha sigue Sin embargo, que Macri haya perdido esta batalla no significa que se haya acabado la guerra que emprendió contra Riquelme y contra los clubes para que sean sociedades anónimas. En un contexto que tiene a Javier Milei de presiente junto al aparto macrista, hay muchos motivos para sospechar que Macri no se va a quedar de brazos cruzados.
Lo sucedido durante las últimas semanas con las elecciones de Boca es una muestra más de la impunidad con que se maneja Macri y, vale recordar, que si algo caracteriza al ex presidente es su sed de revancha.

En el caso Riquelme se encargó de respaldar toda la campaña mediática-judicial que con particular crueldad se perpetró contra el actual vicepresidente de Boca que siempre lo enfrentó y se jacta orgullosamente de no haber sido nunca un empleado de Macri. En palabras del propio ídolo de Boca, al día siguiente de que Macri perdiera las Paso de 2019 por una amplia diferencia, citó a Riquelme en la Quinta Presidencial para solicitarle su apoyo en una campaña que pergeñaba para mantener su influencia en Boca. Esa vez Riquelme le contestó con una pregunta retórica: ¿no tenés cosas más importantes en qué pensar siendo Presidente de la Nación? Pasaron cuatro años y mucha agua bajo el puente de Boca y el país, y la brecha que separa a Macri y Riquelme se
ensanchó. En este contexto, la postura de Riquelme cosechó adhesiones, incluso, más allá de las fronteras de Boca.

Es que el resultado de la disputa entre Román y Macri, va impactar en el resto del fútbol argentino, porque si gana el macrismo va a tener luz verde para avanzar en su proyecto de modificar el estatuto para habilitar las Sociedades Anónimas Deportivas, algo que es repudiado por la gran mayoría de los clubes e hinchas. La respuesta por parte de los futboleros en todos los
ámbitos fue contundente: hinchas y socios e incluso algunos dirigentes protagonizaron una fuerte movilización que tuvo su punto más elevado en la marcha del domingo 6 de diciembre. Ahora hay que esperar que se vote y que, esta vez, el diablo no vuelve a meter la cola.