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Política
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Desde el partido Comunista, Mario Alderete, reclamó que el Gobierno arbitre medidas para controlar los precios de los medicamentos que más utilizan las personas adultas mayores. “Hay que controlar a los laboratorios”, advirtió.

El secretario Sindical del Partido Comunista, Mario Alderete, reclamó que el Gobierno arbitre medidas para controlar los precios de los medicamentos que más utilizan las personas adultas mayores, que desde noviembre de 2019 a mayo de este año fueron aumentados a un ritmo promedio del tres por ciento mensual acumulativo.

Así lo revela un trabajo recientemente publicado por el Centro de Economía Política Argentina (Cepa), el Centro de Estudios Políticos para Personas Mayores (Ceppema), la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria (Algec) y el Centro Cultural El amor y la Igualdad (CCaI).

El informe también señala que desde que asumió Alberto Fernández, se revirtió la caída que venía registrando el haber jubilatorio respecto al precio de los medicamentos y recuerda que durante la Presidencia Macri la recomposición de la jubilación mínima fue de algo menos del setenta por ciento, pero los fármacos más consumidos por adultos mayores subieron más del 160 por ciento.

Y hace hincapié en que desde diciembre de 2019 las jubilaciones tuvieron una recomposición, el precio de los medicamentos fue aumentado un 153 por ciento.

“Es una gran medida adoptada por el Pami, que una parte de los medicamentos se entreguen con rebaja o de forma gratuita”, reconoció Alderete pero advirtió que es preciso “comenzar a tomar medidas de fondo” y, para eso, “lo primero que habría que hacer es controlar los precios que fijan los laboratorios, porque durante este último período los precios de los medicamentos han aumentado más que el promedio del costo de la vida”.

Tras lo que los medicamentos que compra Pami para distribuir entre sus afiliados, “vienen con precios inflados por los laboratorios, que tiene al Pami como un formidable cliente que para comprarlos, hace una erogación con dinero que administra de los trabajadores jubilados”, por lo que “indirectamente estos laboratorios se quedan con el dinero de los jubilados cuando inflan los precios”.

De ahí que Alderete sea claro cuando destaca que “por eso hay que controlar los precios de los laboratorios y, principalmente, los de laboratorios que responden a multinacionales que ponen los precios que se les antoja”.

Pero también cuando resalta que este tipo de conducta, lejos está de ser exclusiva de los laboratorios sino que se trata de una constante que atraviesa a toda la clase capitalista. “Los terratenientes no quieren que les extiendan las retenciones ni controles sobre la exportación, se fijan precios para el mercado interno pero nadie los respeta y eso mismo pasa con los laboratorios”, lamentó.

Tras lo que denunció en que “hay una política que se puede sintetizar así: en todos los aspectos sociales, políticos y económicos la tendencia del gran capital concentrado es incrementar su ganancia sobre la base del incremento de la pobreza”.

¿Pero quiénes son en este caso los que se benefician con la feroz transferencia de recursos del Estado por no controlar los precios de los fármacos?

El informe de Cepa), Ceppema, Algec y CCaI advierte que la responsabilidad de los laboratorios es central a la hora de explicar cómo se comporta la cadena de formación de precios de los medicamentos y recuerda que aunque en nuestro país hay 354 de los que 181 son de capitales locales, sólo unos pocos se queda con la parte del león de las ventas de este mercado en el que, además, se verifica que algunos grupos económicos tienen una clara integración vertical.