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Crece la cantidad de pibes palestinos que son asesinados por las fuerzas de ocupación del Estado de Israel.

Jóvenes palestinos se movilizaron el miércoles pasado ante la valla de separación ubicada por Israel al este de la Franja de Gaza, para protestar contra las violaciones perpetradas contra la mezquita de Al Aqsa y en apoyo a los prisioneros palestinos que son retenidos ilegal e ilegítimamente en las cárceles israelíes.

Pese a que la manifestación convocada por el colectivo Juventud Rebelde era pacífica, las fuerzas de ocupación dispararon bombas lacrimógenas contra jóvenes en la zona de Malka, lo que dejó un saldo de varios heridos. Un día antes, las fuerzas israelíes reprimieron a los participantes en otra marcha y asesinaron al joven Youssef Salem Radwan, al tiempo que hirieron una decena de personas y ese mismo día en la ciudad cisjordana de Jericó asesinaron a Dhargham Muhammad Yahya Al-Akhras, otro manifestante que tenía 19 años.

Así las cosas, soldados israelíes ultimaron durante la última semana a seis jóvenes palestinos: cinco de estos crímenes fueron perpetrados en la ocupada Cisjordania y el restante en la Franja de Gaza, mientras que alrededor de treinta fueron heridos durante esta nueva escalada de las fuerzas de ocupación del Estado de Israel.

Con este telón de fondo, también durante las últimas jornadas, se conoció un informe de la ONG Save the Children, donde se denuncia que lo que va de 2023, lo constituye en el año con más niños palestinos asesinados a manos de las fuerzas israelíes, por lo que tras denunciar “un uso sin precedentes de la fuerza” por parte de la ocupación, advierte que es preciso que “termine la muerte y mutilación de niños”.

El informe de Save the Children califica lo que sucede como “un récord horrible”, al tiempo que hace hincapié en que se trata del segundo año consecutivo que registra cifras récord de niños palestinos ultimados por Israel en Cisjordania, “lo que refleja un empeoramiento de la seguridad de la infancia en los Territorios Palestinos Ocupados, en pleno repunte de la violencia”.

Estos datos se complementan con los que suministra la organización israelí de derechos humanos B’Tselem, que da cuenta de que desde septiembre de 2000, el Estado de Israel asesinó a más de 2.100 pibes palestinos, en el que también se denuncia que al menos 140 menores palestinos están detenidos en las cárceles israelíes.