Al cierre de esta edición las víctimas fatales contabilizadas llegaban a 136, a raíz de la masacre perpetrada ayer en las favelas Alemão y Penha, pero todo indica que esa cifra, lamentablemente, va a ser superior. “Enfrentar con armas al crimen organizado no resuelve el problema” dijo desde el PCdoB, Elias Jabbour, y recalcó que “todo esto que acontece en Río es un subproducto del neoliberalismo”.
Al cierre de esta edición, lo que se sabe es que la Operación Convención, dejó un saldo de por lo menos 136 personas ultimadas y más de ochenta vecinos de distintos barrios empobrecidos de Río de Janeiro detenidos, en el contexto del inusual despliegue de fuerzas policiales estatales que fue ordenado por el gobernador bolsonarista, Cláudio Castro, a partir de la orden judicial de captura emitida contra Edgar Alves de Andrade, alias “Doca” o “Urso”, a quien se señala como jefe regional del Comando Vermelho en el conjunto de favelas de Penha.
Cabe citar que el Comando Vermelho es una de las principales bandas criminales, de las más poderosas, que actúan desde las favelas y otras barriadas empobrecidas de Brasil. Pero que tal como quedó demostrado en diferentes investigaciones judiciales, posee ramificaciones en negocios ilegales y legales, fundamentalmente, inherentes al narco, la venta de armas y el universo financiero.
Desde las primeras horas de ayer martes, helicópteros, blindados y drones de la policía irrumpieron en los complejos de Alemão y Penha que son dos de las favelas más importantes del norte carioca. A partir de lo cual hubo enfrentamientos armados, cortes en los servicios de transporte público de pasajeros que afectaron a toda la ciudad, cierre de comercios y asesinatos, tal como da cuenta lo que está sucediendo durante el día después, cuando vecinos del barrio de Penha comenzaron a trasladar a la plaza del lugar cadáveres que no estaban contabilizados en el recuento oficial.
En este momento, Luiz Inácio Lula da Silva se encuentra en la Cumbre de la Asean, en Malasia, por lo que ayer mismo su vicepresidente a cargo del Ejecutivo, Geraldo Alckmin, convocó a su gabinete a una reunión de urgencia para hacer un seguimiento de lo que pasaba en Río, desde donde el esquema que rodea al gobernador Castro señalaba que el gobierno Federal había negado colaboración, algo que fue desmentido desde el Palacio Planalto y también desde el Poder Judicial Federal.
Así las cosas, mientas las imágenes que llegan desde Río de Janeiro siguen siendo dantescas, no queda del todo claro por qué el gobernador Castro decidió convertir en un campo de guerra a las barriadas Alemão y Penha. Pero lo que sí resulta evidente es que el entramado que articula a las organizaciones criminales que actúan en esos territorios, tiene mucho que ver con un escenario que excede a las páginas policiales de los diarios. Además, en un contexto regional en el que Estados Unidos tacha de narcotraficantes a los presidentes de Venezuela y Colombia, Nicolás Maduro y Gustavo Petro, tanto el relato del gobernador bolsonarista, aliado a Trump, como los hechos desencadenados tributan a profundizar la injerecia y los ataques del imperialismo yanqui en la región.
“Tengo la certeza absoluta de que todo esto que está aconteciendo ahora mismo en Río de Janeiro es un subproducto del neoliberalismo”, dijo sobre estos trágicos episodios el miembro del Comité Central del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), Elias Jabbour, quien además apuntó sus dardos contra el diseño que tuvo la operación policial que ayer actuó en Alemão y Penha.
En este sentido, Jabbour fue claro al advertir que “enfrentar con armas al crimen organizado no resuelve el problema” ya que, puntualizó, “si así fuera Estados Unidos no tendría crimen” y sin dudarlo hizo hincapié en que “nuestra sociedad necesita hacer una discusión mucho más profunda sobre esto; una discusión que tiene que ver con el modelo económico de Brasil y, en particular, el de Río de Janeiro”.
Asimismo, el dirigente del PCdoB recordó que “donde no existe el Estado, alguien va a ocupar ese espacio” y lamentó que después de cuatro décadas de que su país dejara atrás el período atravesado por dictaduras cívico-militares, se sigue verificando una disminución del papel que juega el Estado. “Este debe ser un punto de partida para cualquier discusión que pretenda tratar de comprender esta cuestión de la violencia urbana en Río de Janeiro y en todo Brasil”, indicó. En tanto que, tras hacer pública su solidaridad con “las familias que perdieron seres queridos y también con las de los policías muertos”, alertó que en este caso en particular, “resultó fundamental la incidencia de la mirada que tiene el gobernador Castro”, ya que las fuerzas policiales actuaron en consecuencia.