Es lo que señala desde el Partido Comunista de Mar del Plata, Pedro Ferrer, de cara a la conmemoración de las jornadas que hace dos décadas en esa ciudad le dijeron No al Alca. Y añade que “la tarea también es la misma…unirse para combatir al imperialismo ante cada uno de sus actos y sobre todo, ante las iniciativas que tiene contra nuestra Latinoamérica”.
El Partido Comunista es una de las organizaciones políticas, sociales y sindicales que, desde distintos puntos de América Latina y el Caribe, se dan cita en Mar del Plata para conmemorar el vigésimo aniversario de la Cumbre de los Pueblos, en la que se le dijo No al ALCA. Serán dos jornadas de reflexión, debate y acción colectiva, durante las cuales se desarrollarán actividades en diversos espacios de la ciudad, convocadas —entre otros— por las dos CTA, la CGT y la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), con la participación de colectivos internacionales como la Federación Sindical Mundial y el Foro de São Paulo.
Hace veinte años, Mar del Plata recibió a los jefes de Estado de América para la Cuarta Cumbre de las Américas, en la que, a instancias de Estados Unidos y en el marco de lo que parecía una irrefrenable oleada neoliberal, se buscaba consagrar el ALCA, un área de libre comercio que abarcaría desde Alaska hasta Tierra del Fuego.
Lo que se pretendía que fuera un mero trámite administrativo terminó convirtiéndose en una contundente derrota para las pretensiones imperiales que encarnaba el entonces presidente estadounidense George W. Bush. Dentro de la Cumbre, su avance fue frenado por la articulación que encabezaron Néstor Kirchner, Luiz Inácio Lula da Silva y Hugo Chávez; y fuera de ella, por la masiva movilización popular que tuvo lugar en el marco de la Cumbre de los Pueblos, culminando con la histórica jornada en el estadio José María Minella, donde —rodeado por Evo Morales, Diego Armando Maradona y tantos otros— Chávez pronunció la frase que quedaría grabada en la memoria colectiva: “ALCA… al carajo”, anticipando que Bush regresaría a Washington humillado y con las valijas vacías.
Veinte años más tarde, la historia muestra a un imperialismo estadounidense más agresivo que nunca hacia la región. Así se evidencia hoy, con ataques navales y amenazas de invasión contra Venezuela, y con la presencia militar de Estados Unidos en nuestro país: tropas que actualmente operan en las bases navales de Mar del Plata, Ushuaia y Puerto Belgrano, y que navegan en el Mar Argentino en el marco de la Operación Tridente.
En simultáneo, arribó al país el flamante embajador estadounidense Peter Lamelas, quien anticipó que en los próximos días se reunirá con Javier Milei para “profundizar la cooperación entre ambas naciones”. Mientras tanto, en su edición dominical, el Financial Times advirtió que el presidente estadounidense Donald Trump busca que el dólar se convierta en la moneda argentina.
“Si bien el escenario actual es muy diferente al de 2005, el enemigo sigue siendo el mismo”, afirmó Pedro Ferrer, referente del Partido Comunista de Mar del Plata, quien también destacó que “la tarea sigue siendo la misma: unirse para combatir al imperialismo ante cada uno de sus actos, y sobre todo ante sus iniciativas contra nuestra Latinoamérica”.
Ferrer reflexionó que “hoy vivimos una situación atravesada por la sumisión lisa y llana del gobierno nacional a los planes del Imperio”, y subrayó que “esa actitud de entrega total y absoluta de Javier Milei hacia Estados Unidos, que interviene abiertamente en la política y la economía nacional, nos humilla a todos los argentinos y plantea un escenario inaceptable para el Partido Comunista y para el conjunto del campo popular”.
Asimismo, señaló que “esto marca cuáles son las tareas indispensables del momento actual”, y valoró que el encuentro en Mar del Plata “es un paso positivo porque demuestra que, al igual que hace veinte años con el rechazo al ALCA, existe la voluntad de construir una salida política soberana, antiimperialista y latinoamericanista”.
En ese sentido, fue categórico al afirmar que este encuentro “no es sólo una conmemoración”, sino que “debe servir para poner en el centro del debate las ideas necesarias para romper con la estrategia que el capital concentrado y el imperialismo estadounidense ejecutan a través de Milei”. Y concluyó: “la tarea es construir una fuerza política y social capaz de dar respuesta a esta situación”.
Por otra parte, Ferrer recordó que lo sucedido en la Cumbre de los Pueblos de 2005 estuvo íntimamente ligado al alto nivel de movilización popular en Mar del Plata, pero también fue “parte de una estrategia continental en la que, aunque no estaba invitado a la Cumbre de las Américas, tuvo un rol decisivo Fidel Castro, quien junto a Hugo Chávez demostró que otro camino era posible, que se podía hacer algo distinto a lo que pretendía imponer Estados Unidos”.
En ese punto, reflexionó que conmemorar lo sucedido hace dos décadas también deja una enseñanza: “estamos en una situación en la que hay que volver a marcar la cancha y señalar que hay otra salida posible; que además de ser un pésimo camino, el de la sumisión ni siquiera es el único. Lejos de aceptar la imposición del Imperio, debemos redoblar el esfuerzo y el compromiso militante para construir una fuerza capaz de dar batalla en el terreno electoral, pero sobre todo, en la resistencia y la lucha callejera”.
Por la Segunda y Definitiva Independencia
Con este telón de fondo, además de los representantes locales, el Partido Comunista participa del encuentro que se da cita en Mar del Plata con una delegación que, entre otros, integran el dirigente del PC de la provincia de Buenos Aires, David, Esteban, los secretarios sindicales en el orden nacional y bonaerense, Ignacio Cámpora y Emanuel Ríos, y el referente del Movimiento Jubilados Liberación, Claudio Cabrera.
Al respecto, el PC hizo hincapié en que “la unidad antiimperialista de los pueblos de Nuestra América abrió hace veinte años un camino que es preciso retomar y profundizar”, por lo cual “no vamos a Mar del Plata tan sólo para recordar una gesta soberana que dio paso a una década de gobiernos de izquierda y progresistas integrados en un proyecto soberano de carácter continental”, sino a “rechazar la intervención del gobierno de Estados Unidos en nuestro país y a fortalecer la resistencia contra el gobierno neocolonial de Milei”.
Por eso es que “vamos a estrechar lazos de solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela que ahora mismo es acechada militarmente por Washington” y asimismo “vamos a seguir exigiendo el fin del bloqueo criminal que se perpetra contra Cuba”. Y, remarcó, “lo hacemos con el rumbo emancipatorio que nos marcaron Chávez y Fidel dos décadas atrás”, de ahí que “vamos a Mar del Plata para seguir organizando las luchas por la Segunda y Definitiva Independencia de Nuestra América”.