Sobre el sentido de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el Partido Comunista se manifestó por medio de su Comisión Nacional de Géneros.
“La derecha argentina ha dado un salto en su ofensiva”, advirtió la Comisión Nacional de Géneros del Partido Comunista, de cara a la jornada de movilización que hoy viernes se lleva a cabo en todo el país en el marco del Día Internacional de las Trabajadoras, que va a tener su epicentro en Ciudad de Buenos Aires con una marcha hacia el Congreso, convocada por el colectivo Ni Una Menos, la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, junto a organizaciones sociales, políticas, sindicales, de Derechos Humanos y feministas. En este sentido, hizo hincapié en que el Paro Internacional de Mujeres “debe ser una punta de lanza para continuar organizando la resistencia” a partir de un plan que “tiene que se integral con una ofensiva ideológica ante las medidas despiadadas y la represión” gubernamental que “se combaten con ideas, proyecto y poder popular”.
Al respecto, denunció que el gobierno nacional “se arrodilla frente al imperialismo y a los grupos del capital financiero más especulativo y ofrece como banquete nuestras riquezas y recursos a una banda mafiosa y colonialista que vive de la depredación de los pueblos a costa de la vida de millones”, tras lo que sostuvo que “la ideologización del proyecto de esta derecha, pretende producir un quiebre social y allí donde antes plantaron una grieta discursiva ahora instalan trincheras” y, una de ellas, “es contra los feminismos que no ceden ni se entregan y que disputan”.
También puntualizó que “para poder llevar a cabo este plan de fagocitación colonialista, es necesario mucho patriarcado que lo sostenga en base a terror y violencia”, al tiempo que “sirva para reinstalar la explotación que el capitalismo hace sobre nuestra fuerza de trabajo, cada vez que plantea la diferencia salarial y la negación del aporte productivo y no sólo reproductivo de las tareas de cuidado”.
Y fue clara al indicar en que en Argentina, las trabajadoras “nos encontramos con el hambre, los despidos, la carestía de la vida y la violencia social, patriarcal e institucional”. De ahí que, ante esto, “los feminismos revolucionarios y clasistas debemos agrupar partir de las demandas más sentidas” y recordó la situación terrible que atraviesan muchas mujeres trabajadoras a partir de la inflación y la inestabilidad laboral.
Por lo que, recalcó que es preciso convocar a las trabajadoras “a fortalecer los sindicatos y movimientos territoriales, empoderando a las compañeras para que se de una disputa de sentido antipatriarcal, que es también anticolonial y planta una base de reconocimiento y respeto indispensables para recuperar la batalla de ideas y de subjetividad popular”.
Por otra parte destacó que es preciso “recuperar el camino de construcción de un proyecto político alternativo, que es en unidad siempre, pero para que no se pierda en la superficie de los problemas debemos nutrir su centralidad con las trabajadoras, feministas y con el movimiento obrero organizado en sus sindicatos y en su territorio”.