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Mié, May
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Sindical
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Así se resume la convocatoria que hicieron a escala global diferentes organizaciones sindicales y movimientos sociales que cuestionan la forma en que las multinacionales farmacéuticas distribuyen las vacunas contra el Covid-19.

“Salvar vidas y proteger el trabajo” es la convocatoria global que hicieron diferentes organizaciones sindicales y movimientos sociales que, por medio de una declaración, reclaman que se garantice la provisión de vacuna contra el Covid-19 a todos los países y, para ello, se pronuncian a favor de que se suspenda la restricción que imponen las multinacionales farmacéuticas por medio de las patentes.
Por Argentina suscribieron esta declaración las dos CTA y la CGT, así como la Asociación de Empleados de Farmacia y la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación, entre otros.
Como se recordará, en tal sentido ya se pronunciaron diferentes personalidades y organizaciones, entre ellas el papa Francisco y la Organización Mundial de la Salud.
Pero nada de esto conmovió a estas corporaciones empresariales, como tampoco lo hizo la alarmante cifra de la propalación del virus que causa estragos, sobre todo, en la población de formaciones estatales de la periferia capitalista (Ver Temporada de caza en el zoo).
“La grave crisis sanitaria y económica provocada por la actual pandemia del coronavirus está destruyendo millones de puestos de trabajo y precarizando a los restantes, lo que está haciendo aumentar la pobreza, la miseria y la desigualdad económica y social en todo el mundo, ensanchando la brecha entre el norte y el sur”, advierte la declaración.
Y tras destacar que, “ante esta situación de emergencia mundial, es urgente y obligatorio salvar vidas y proteger el trabajo”, señala que “debemos proclamar que las vacunas son un bien común de la humanidad con el que no se pueden obtener ganancias privadas, en gran medida, porque para su desarrollo se ha invertido una ingente cantidad de dinero público”.
Pero, asimismo, hace hincapié en que “es una obligación política y moral vacunar a toda la población sin discriminación de ingresos o nacionalidad”.
De ahí que las organizaciones que firmaron la declaración, exijan que “gobiernos y a las agencias actúen bajo el criterio de ‘Vacuna para todos y todas’, garantizando el acceso universal e inmediato a las vacunas para todas las personas del mundo”.
También reclaman que se implemente un sistema internacional, “basado en la justicia global diferente al modelo mercantilizado que rige hoy la venta y distribución de insumos y vacunas”, lo que va en línea con el criterio de reconocer que la salud es un derecho humano.
Por eso junto a la demanda de que se suspendan las patentes sobre las vacunas contra Covid-19, pide que se desarrollen programas que garanticen recursos financieros para la transferencia de tecnologías e insumos necesarios para la producción de vacunas en todas regiones y países. Esto facilitaría “que más países puedan iniciar su propia producción nacional de inmunizadores contra el Covif-19”.
En el mismo sentido, resalta que es preciso que se universalice el acceso a medicamentos, insumos, software y equipos necesarios para el tratamiento de pacientes afectados por coronavirus, como asimismo que se subsidie “a toda clases de trabajadores, campesinos, empresas familiares, familias que viven de la economía informal, que han perdido sus ingresos, otorgándoles una renta mínima para su supervivencia”. Y que se ponga en marcha un “plan extraordinario de inversiones, para recuperar los millones de empleos perdidos o que están en riesgo”.