Con ese título el Llamamiento Argentino Judío hizo pública una declaración para manifestar su repudio al régimen genocida de Benjamin Netanyahu y su solidaridad con el pueblo palestino.
“La Knéset, palabra hebrea con la que se nombra al Parlamento unicameral del Estado de Israel, ha suspendido temporalmente, a fines del año pasado a Ofer Cassif, único diputado judío de la coalición de izquierdas y mayoría árabe, Hadash Ta’Al, debido a sus críticas contra la ofensiva israelí en Gaza, porque una tal oposición significaría ‘alentar el derramamiento de sangre contra los soldados del Ejército y el Estado de Israel’” comienza denunciando en su declaración el Llamamiento Argentino Judío y agrega que “desde entonces hasta hoy Cassif no ha dejado de denunciar, en todo foro que lo convocara, la ocupación, la limpieza étnica, los crímenes de guerra y el genocidio en Gaza”.
En tanto que remarca que “en medio de ese escenario trágico en que la invasión israelí -como pretendida respuesta a la irrupción de Hamas en el kibutz Nahal Oz y en la base militar vecina con el conocido saldo de muerte y toma de rehenes- ha convertido a Gaza, en medio de los cuerpos muertos o mutilados por los bombardeos, de las casas y de los edificios derrumbados, bajo cuyos escombros yacen vidas todavía posibles, o moribundas, o cadáveres en descomposición que inflaman el aire que se respira; de escuelas y universidades que añoran a sus niños muertos o desplazados, de hospitales colapsados sin remedios ni jeringas, de médicos y periodistas asesinados, de soldados francotiradores que no solo apuntan, sino que también disparan a los gazatíes flacos y hambrientos que estiran su olla vacía en un puesto de ayuda humanitaria para recibir alimento, con el trasfondo de esa atmósfera de desesperación y sed, inanición y exterminio, la misma Knéset ha aprobado la propuesta de anexión de Judea y Samaria -como se llama a la Cisjordania en términos de romántica historia mítica- con solo 13 votos en contra, sobre el total de 120 bancas, y 49 abstenciones”.
Asimismo hace hincapié en que “vale la pena releer la carta abierta que, a principios del mes de junio, académicos israelíes dirigieron a la Asociación de Directores Universitarios en Israel, a la Academia de Ciencias y Humanidades, a la Junta de Colegios Públicos Académicos y al grupo Academics for Israeli Democracy, en la que denuncian ”la transformación de Gaza en un área no apta para la habitación humana, (…) una horrible letanía -dicen- de crímenes de guerra y de lesa humanidad, todos perpetrados por nosotros mismos”. Como académicos -agregan- reconocemos nuestro propio papel en estos delitos’".
En tal sentido, el Llamamiento Argentino Judío señala que “son las sociedades humanas, no solo los gobiernos, las que cometen crímenes contra la humanidad; algunos lo hacen por medio de la violencia directa (…) otros callando y silenciando voces en los pasillos del aprendizaje”. Y señala que “como ese dios Jano bifronte de los romanos, que cuida los umbrales con sus dos caras, una que mira hacia atrás y la otra hacia delante, una hacia el pasado y la otra hacia el futuro, o como las dos máscaras del teatro, una que ríe la comedia de la vida y la otra que contrae el gesto en el dolor de lo trágico, la urdimbre de lo judío se ha desdoblado, tanto en el país de Israel como en las comunidades que conformamos, dispersas en Occidente”.
Por lo tanto indica que hay quienes, por un lado, “con diversos grados de apreciaciones, se hamacan en el expansionismo mítico, quizá sin descubrir en él la punta de un iceberg que significa la desaparición intencional de un pueblo, el matoneo en Siria, el Líbano, o Irak con el propósito de reconfigurar el mapa del Oriente Medio, en complicidad con los Estados Unidos, y el asesinato pulcro y preciso de científicos y militantes iraníes, con la voluntad expresa, no solo de detener su camino en el enriquecimiento de uranio sino de disolver su organización política-lo que no significa apoyar el sistema de ese estado teocrático-, contando además con la colaboración de las nuevas legislaciones de nuestro propio país que, en la posibilidad del juicio en ausencia, suman culpabilidades al Estado persa y agregan a la anulación política de la ex presidenta Cristina Kirchner”.
Mientras que diferencia que existe “otra vertiente del judaísmo, en la que se siente integrado el Llamamiento Argentino Judío” y que esa vertiente “se recuesta en la tradición humanista de la modernidad judía, en la visión panteísta de Baruch Spinoza que engloba dios hombre y Naturaleza en la conciencia de que la vida no es un ensayo ni un paso hacia el paraíso sino un único aquí y ahora y sos responsable de en qué y cómo la gastaste; es heredera de la responsabilidad que el Yo tiene ante el buen vivir del Tu que nos enseña Emmanuel Levinas”. Y, con las firmas de su presidente, Marcelo Horestein, su vicepresidenta, Elina Malamud y su secretario general, Pablo Gorodneff, el Llamamiento Argentino Judío concluye en su declaración que esa concepción de la vida “aporta a comprometerse con la defensa de los derechos que los pueblos han ganado en los últimos doscientos o trescientos años, de la soberanía de las naciones y, ante todo, de la recuperación de los verdaderos valores de la democracia”.