Alrededor de un centenar de trabajadores enfrentan un futuro incierto como consecuencia del achique de Acindar. “Pese a que la producción está en niveles bajísimos, la empresa sostiene que esto es una oportunidad para ellos, para que puedan ser competitivos”, advirtió Matías Pereyra, desde el Partido Comunista de Villa Constitución.
Acindar continúa ajustando y la variable que elije son los trabajadores, algo que afecta drásticamente la vida de la localidad santafecina de Villa Constitución donde la suerte de alrededor de 130 familias pende de un delgado hilo, como consecuencia de la decisión de la multinacional ArcelorMittal de parar por tiempo indeterminado el Tren Laminador Número 2, lo que supone la suspensión de las tareas que lleva a cabo la cooperativa Cooperar 7 de Mayo.
En este punto hay que señalar que se trata de operarios que si bien trabajan para Acindar, lo hacen de una manera precarizada ya que son monotributistas, con lo que la empresa evade responsabilidades, vulnera derechos laborales básicos y ahora utiliza esa situación para desentenderse del destino de los obreros.
Esta situación no es nueva. Ya durante 2014 los obreros fueron el pato de la boda de una reestructuración que hizo la empresa cuando puso en marcha el Tren Laminador Número 1 y, en esa oportunidad, la patronal les prometió que les serían asignadas nuevas funciones, algo que nunca se concretó cabalmente provocando una situación que ahora se profundiza y excede los propios límites de la planta para volver a golpear a una comunidad que, como la villense, tiene una fuerte dependencia de lo que pase en Acindar.
Así las cosas, hay que puntualizar que la apertura indiscriminada de las importaciones asociada a la reducción prácticamente a cero de la obra pública que impuso la Presidencia Milei, ponen en tensión a varios sectores productivos y entre ellos está aquel del que forma parte Acindar a raíz de una fuerte caída de la demanda de acero que se registra como resultado directo de estas políticas.
“Pese a que la producción de Acindar está en niveles bajísimos, la empresa viene sosteniendo que esto sin embargo es una oportunidad para ellos, porque les dicen que así van a poder ser competitivos”, advirtió Matías Pereyra, desde el Partido Comunista de Villa Constitución, tras lo que sostuvo que “ahora están llevando adelante esta reestructuración que va en ese sentido y lo hacen sin pausa”. Además recalcó que “cuando hablan de restructuración en este período de estancamiento, hablan de hacerlo sobre las líneas de producción, para tener menos trabajadores”.
Al respecto, Pereyra destacó que “esto es algo que llevan adelante continuamente”, y recordó que “tras un período de discusión por los salarios que llevó muchos días y tironeos que provocaron casi un paro por tiempo indeterminando, hace poco se tuvo un primer acuerdo, pero lejos de poner un paréntesis, Acindar cargó contra las cooperativas, en este caso contra la 7 de Mayo que es la de mayor volumen”. Y para esto, “la empresa dice que precisa esos lugares para reacomodar gente efectiva de planta y como los de Cooperar son monotributistas y encima hay un contrato que se les termina, no lo renueva y entonces dice que no está echando a nadie cuando en realidad deja a más de cien trabajadores en la calle”.
Esta situación, hay que repetirlo, impacta por debajo de la línea de flotación de toda la comunidad villense, “porque además el gobernador Maximiliano Pullaro se desentiende abiertamente de este conflicto que dice que es entre privados”, mientras que “la sociedad de Villa Constitución se está preguntando realmente cómo sigue esto, porque incluso en los años 90 nunca se pasó por una situación tal, donde la empresa dice abiertamente que no es más ‘la Acindar de Arturo Acevedo’ que era una empresa privada pero de accionistas nacionales, sino una multinacional a la que si no les cierra ser productora, puede pasar a ser una mera distribuidora con unos pocos cientos de trabajadores”.