Iris Pereyra de Avellaneda encabezó el acto en el que se honró a las personas secuestradas y desaparecidas que pasaron por El Campito. “Volvimos como siempre, con la memoria de todos los compañeros que siempre están presentes”, sostuvo la titular de la Liga.
“Como desde hace ya ocho años, cada mes estamos volviendo a El Campito que es el lugar donde estuvimos secuestrados”, sostuvo la presidenta de la Liga Argentina por los Derechos Humanos (Ladh), Iris Pereyra de Avellaneda, quien fue secuestrada de su casa en la localidad bonaerense de Munro, el 15 de abril de 1976 junto a su hijo Floreal, tras lo que parte de su calvario transcurrió en ese centro clandestino de detención, tortura y exterminio que es uno de los cuatro que funcionó dentro del predio militar de Campo de Mayo durante la última dictadura.
Esta vez el acto convocado por la Ladh y la Asociación de Sobrevivientes, Familiares y Compañeros de Campo de Mayo, se llevó a cabo ante una de las entradas al predio, donde se ubica una señalización que recuerda al Negrito Avellaneda, ya que el edificio donde estuvo ubicado El Campito, se encuentra en obras con la mira puesta en la inauguración de un Sitio por la Memoria.
Como se recordará, durante diciembre de 2021, el presidente Alberto Fernández derogó el decreto de Mauricio Macri que tres años antes proponía la creación de una reserva natural en el predio de Campo de Mayo donde funcionaron estos centros de detención. Y, en marzo del presente año, con la presencia de Iris Avellaneda, el mandatario encabezó el acto en el que se anunció la puesta en marcha de la obra de construcción del Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos ex CcdtyE Campo de Mayo.
“El sábado volvimos como siempre, con la memoria de todos los compañeros que han pasado por ahí y que siempre están presentes, donde sabemos que hay enterramientos que aún están por exhumarse”, recalcó la presidenta de la Ladh, tras lo que puntualizó que “por eso siempre vamos a los homenajearlos”.
Pero esta vez, la vuelta a El Campito tuvo como telón de fondo a otro nuevo capítulo del pustch negacionista que tiene una clara imbricación entre la derecha política, la industria massmediática dominante y buena parte del Poder Judicial que, entre otras cosas, tuvo un hito días atrás con el sobreseimiento con el que el juez federal Walter López da Silva, benefició a Vicente Massot en una causa en la que estaba imputado por los secuestros y asesinatos de los trabajadores de La Nueva Provincia, Enrique Heinrich y Miguel Ángel Loyola (Ver Massot: un nuevo capítulo de impunidad en Bahía).
“Hay un peligroso avance político y cultural de la derecha y sus discursos negacionistas”, lamentó Iris Pereyra de Avellaneda, pero fue clara cuando remarcó que “ante esto, nosotros seguimos levantando las mismas banderas de siempre y seguimos pendientes de los juicios”. Y añadió que “cada vez lo hacemos con más fuerza, porque sentimos mucho el apoyo que tenemos de parte de la gente, por suerte logramos de tener un buen poder de convocatoria y siempre nos acompañan muchos compañeros, lo que para nosotros es un orgullo”.
Y, sin dudarlo resaltó que “hemos ganado varias batallas desde el momento en que comenzamos a poner ahí la imagen de El Negrito, buscando que el predio se convirtiera en un Sitio de Memoria, lo vandalizaron tres veces pero siempre volvimos, porque nuestro lema es no abandonar el lugar y esto es un trabajo político que nos ha costado lágrimas de sangre, pero la seguimos peleando, ya que cada día que entramos a Campo de Mayo, que caminamos con nuestras remeras y con las fotos de Los 30 mil, estamos ofreciendo resistencia”.
