La Asociación Americana de Juristas advirtió que con la vuelta de Donald Trump a la casa Blanca, Estados Unidos redobló su agresión sobre nuestra región “poniendo en peligro a la paz en todo el Continente”. Como ejemplos de la escalada injerencista del imperialismo, cita los casos de Argentina, Brasil y Venezuela.
La profundización de la injerencia estadounidense en nuestra región fue denunciada por la Asociación Americana de Juristas (AAJ) que, por medio de una declaración, advirtió que Donald Trump “trata a América Latina como su patio trasero y violenta el derecho internacional, poniendo en peligro a la paz en todo el Continente”. En base a lo cual exhortó a las organizaciones nacionales e internacionales de juristas “a repudiar y denunciar su política exterior imperialista”, así como a “reafirmar el derecho de nuestros pueblos a decidir su destino sin injerencias ni intervención o amenazas externas y a reclamar que sus respectivos gobiernos exijan del gobierno de EE.UU. el cese inmediato de las violaciones a las obligaciones que le imponen los principios reseñados de la Carta de la ONU y de la OEA”.
La declaración, que lleva las firmas de la presidenta continental y del secretario general de la AAJ, Vanessa Ramos y Luis Carlos Moro, alerta que se asiste a una “escalada intervencionista y destrucción del orden internacional” por parte del presidente Trump y tras citar como paradigmáticos de esta situación a los casos de Argentina, Brasil y Venezuela, puntualiza que se trata de “reiteradas violaciones a la coexistencia pacífica entre las naciones soberanas”; algo que representa el “pilar fundamental del derecho internacional”.
El texto también recuerda el papel jugado por EE.UU. durante el siglo 20 y lo que va del actual “sustentándose en la doctrina Monroe de seguridad nacional y expansionismo, el modelo Truman de panamericanismo, y la teoría del perímetro de seguridad, que se han implementado mediante invasiones territoriales con el pretexto de la lucha contra el terrorismo y las drogas, la privatización de la guerra por medio de la legalización de contratistas, el aislamiento económico y político del país adversario y el reconocimiento a favor de golpes de Estado, gobiernos títeres y/o dictatoriales”.
Tras lo cual recalca que con la administración Trump se verifica una nueva escalada “desencadenando una política exterior confrontativa hacia América Latina y el Caribe”, que pone en riesgo la paz “mediante acciones injerencistas, amenazas de ataques militares, la creación de una crisis migratoria y el incremento de las medidas coercitivas unilaterales e ilegales con el objetivo de crear crisis económicas y humanitarias, elevando los aranceles de importación como un arma de dominación”, al tiempo que profundiza el lawfare, campañas mediáticas y acciones cibernéticas y psicológicas encubiertas.
La AAJ destaca que esta guerra no convencional y asimétrica se manifestó inicialmente cuando Trump anunció su voluntad de recuperar el Canal de Panamá y dijo que no descarta usar fuerzas militares para lograrlo, en tanto que continuó con la provocación de cambiar de nombre al Golfo del México y “utilizando los aranceles a modo de presión, para después designar a los carteles de la droga como organizaciones terroristas, para justificar futuras intervenciones militares por parte de EE.UU. a México”, cuya presidenta Claudia Sheinbaum reiteró que no aceptará la injerencia estadounidense. Asimismo, remarca el comunicado que “similares amenazas sufrió Colombia”, al tiempo que denuncia además que con la vuelta de Trump se “agudizó el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba”.
Amenazas
Por su parte, al referirse a nuestro país, la AAJ recordó que el embajador designado Peter Lamelas, sostuvo públicamente que buscará neutralizar la relación que China posee con las provincias argentinas y que piensa trabajar para respaldar a Javier Milei y asegurarse de que Cristina Fernández de Kirchner “reciba la justicia que merece”, lo que admite la capacidad de EE.UU. “de manipular la justicia argentina que, evidentemente, carece de la debida independencia”.
Por otra parte, la declaración aborda la injerencia estadounidense contra Brasil y, en tal sentido, recuerda que Trump anunció la imposición de un arancel del cincuenta por ciento a este país, sosteniendo la amenaza contenida en una carta que envió al presidente Lula da Silva, de que si Brasil no ponía fin al juicio contra Jair Bolsonaro adoptaría tal medida, en tanto que el mismo día, por idéntica razón el Departamento del Tesoro de EE.UU. sancionó al juez Alexandre de Moraes. Estas medidas “son un ataque intolerable a la independencia judicial y violan explícitamente el principio de no injerencia en asuntos internos, asimilable a un intento de golpe de Estado, por lo que mereció el repudio de innumerables instituciones de Brasil y la sociedad civil”, puntualizó la AAJ.
En el caso de Venezuela, recordó que a poco de que Caracas “lograra repatriar a más de 236 jóvenes migrantes que fueran secuestrados ilegalmente por EE.UU. y transportados a la cárcel en El Salvador similar a un campo de concentración”, el secretario de Estado Marco Rubio, “lanzó una ofensiva mediática acusando al presidente Nicolás Maduro de ser el líder del llamado Cártel de los Soles, una fabricación propagandística de los servicios de inteligencia de los EE.UU., calificado ahora como ‘organización terrorista’”. Y resalta que tales acusaciones “son vertidas sin debido proceso legal ni actuación judicial alguna, ya que provienen de oficinas administrativas gubernamentales”.
Por último, la AAJ reiteró que los gobiernos de EE.UU. “son responsables de innumerables violaciones de los derechos humanos, no han suscrito la mayoría de los pactos de derechos humanos ni se han sometido a los mecanismos internacionales para su protección”. De manera tal que califa como “inaceptable que se utilicen los derechos humanos como vehículo para viejos y nuevos mecanismos de agresión, dominación y apropiación”.