La Federación Sindical Mundial denunció “la peligrosa escalada que el imperialismo estadounidense y sus aliados perpetran contra el pueblo soberano de la República Bolivariana”. También advirtió acerca del intento de “estrangular a Cuba” y del apoyo a “regímenes reaccionarios como el de Argentina” por parte de Washington.
En medio de la escalada de agresiones que desde septiembre viene profundizando Estados Unidos contra Venezuela, durante el fin de semana el presidente Donald Trump amenazó con que los ataques por tierra contra la República Bolivariana “van a empezar a suceder”. Lo dichos de Trump llegan pocas horas después de que en un verdadero acto de piratería, fuerzas militares estadounidenses interceptaran, abordaran y se apoderaran del petrolero Skipper frente a las costas venezolanas.
Pero también, luego de que la ONU reconociera que los ataques que lleva adelante EE.UU. contra lanchas que navegan en aguas del Mar Caribe “violan el derecho internacional”, hecho por el cual el organismo pidió “una desescalada del conflicto”. Sin embargo, y como acostumbra hacer el imperio, este llamado de Naciones Unidas en dirección a la paz fue desestimado por completo: un día antes de robar el Skipper y tras hundir una veintena de lanchas y botes pesqueros asesinando a alrededor de cien personas, dos aviones de combate F-18 estadounidenses se internaron por cuarenta minutos en espacio aéreo venezolano.
Mientras el imperio aprieta, la solidaridad de los trabajadores se sigue pronunciando. El 17 de diciembre en Caracas se estará celebrando el “Primer Congreso Internacional de la Clase Obrera en Defensa de la Paz y la Soberanía de Latinoamérica, el Caribe y el Mundo”, donde se aguarda la presencia de una delegación de la Corriente Nacional Agustín Tosco y del Partido Comunista de la Argentina, encabezada por su Secretario Sindical, Ignacio Cámpora.
En tanto que la Federación Sindical Mundial (FSM) denunció por medio de una declaración “la peligrosa escalada que el imperialismo estadounidense y sus aliados perpetran contra el pueblo soberano de Venezuela” por medio de la operación militar Lanza del Sur, que utiliza el pretexto de combatir el narcotráfico como una tapadera “para los verdaderos objetivos que tiene, que son el control de la inmensa riqueza mineral y energética de Venezuela, la imposición del dominio imperialista en la región y la intimidación de sus pueblos”.
Asimismo, la FSM puntualizó que “los monopolios estadounidenses buscan imponer sus intereses mediante amenazas, guerras económicas y bloqueos, y por la fuerza militar”, acciones que no dudó en señalar que “ponen en peligro la paz, violan la soberanía de Venezuela y amenazan la estabilidad de América Latina en su conjunto”.
Luego de reafirmar que “los pueblos tienen el derecho inalienable de determinar libre y democráticamente su propio futuro, sin injerencias, presiones ni intervenciones extranjeras”, la FSM hizo pública su “firme solidaridad clasista con la clase obrera y el pueblo de Venezuela, que una vez más se enfrentan con dignidad y valentía a la agresión imperialista”, al tiempo que convocó “a todos los sindicatos y fuerzas progresistas a reforzar la lucha contra los planes bélicos del imperialismo”.
En idéntica dirección, alertó que “los círculos imperialistas dominantes liderados por los EE.UU., de forma más abierta y arrogante, buscan mejorar su papel como policía global con el apoyo de la UE y sus aliados de la Otan”. Y remarcó que esto se pone de manifiesto en Palestina y también en América Latina, donde además de repudiar el ataque abierto contra Venezuela, la Federación Sindical Mundial hizo lo propio con el intento de “estrangular a Cuba” y con el apoyo a “regímenes reaccionarios como el de Argentina, Panamá y otros lugares” por parte de Washington.