Esto es lo que dijo el coordinador del MTL de la provincia de Buenos Aires, Mario Micheli, al ser consultado sobre las reformas regresivas que acelera el gobierno nacional. “Si no lo hacemos las consecuencias para la clase trabajadora pueden ser terribles”, advirtió.
El gobierno vuelve a arremeter con sus proyectos de ley de reformas sumamente regresivas que alcanzan a lo impositivo, jubilatorio y laboral que, en síntesis, lo que plantean es menos impuestos para los ricos y un empeoramiento drástico en las condiciones de vida para los trabajadores. Y lo que quiere es, tal como lo hizo con la Ley Bases, sacar todo por medio de un trámite rápido, durante diciembre, en las sesiones extraordinarias aprovechando el escenario que se abre a partir de los mandatos surgidos de las elecciones de medio término que le permiten al oficialismo contar con una correlación de fuerzas parlamentaria mejor que la actual.
“Sin dudas el resultado de la elección envalentonó al gobierno nacional para avanzar con estas reformas que, lamentablemente, en muchos casos pretenden consolidar algo que ya está puesto en práctica”, reflexionó el secretario de la CTA Cañuelas-Lobos y coordinador provincial del MTL, Mario Micheli, y explicó que “vemos que durante los últimos años y más aún desde que Javier Milei es presidente, hay una reforma laboral regresiva que pese a no estar escrita ni sancionada como ley, se pone en marcha en la práctica perjudicando a decenas de miles de trabajadores que están en absoluta precariedad”.
Asimismo, hizo hincapié en que los proyectos que quiere imponer ahora el gobierno nacional buscan “que esta precariedad sea ley”, por lo cual “si no lo paramos, esto va a implicar volver a una etapa que se va a parecer mucho a la de la esclavitud”. Y lo que dice Micheli resulta más que pertinente si se advierte que, entre otras cosas, si el proyecto de reforma laboral que redactó la Presidencia Milei es sancionado favorablemente en el Congreso Nacional, va a quedar habilitada la posibilidad de que las patronales exijan jornadas de trabajo de hasta de doce horas, también que se fijen salarios que no estén atados a la inflación sino a la productividad, el pago de indemnizaciones en cuotas y acuerdos de trabajo por empresa en lugar de convenios colectivos por actividad. Mientras que, otra parte, se pretende extender la edad jubilatoria a los setenta años.
En este punto, cabe señalar que La Rosada prevé presentar el proyecto ni bien asuman los legisladores cuyos mandatos surgen de las elecciones del 26 de octubre, es decir el mismo 10 de diciembre. Y para ello, con el flamante ministro del Interior, Diego Santilli, a la cabeza, el gobierno nacional viene hilvanando una red que le permita contar con los votos suficientes en ambas cámaras sumando a gobernadores de diferente pelaje, pero siempre predispuestos al toma y daca.
Por eso es que a pocos días de los comicios, Milei recibió en La Rosada a los mandatarios provinciales que a priori considera más permeables a acompañar sus proyectos. A la salida de esa reunión, entre quienes no ocultaron sus elogios a la iniciativa de reforma laboral están el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y su par de Jujuy, Carlos Sadir.
Todo parece indicar que con Santilli ya instalado en el cargo que va a jurar durante las próximas horas, la cosa promete acelerarse y en ese sentido hoy lunes los visitantes que tienen cita en la casa de gobierno son el gobernador cordobés Martín Llaryora y su homólogo de San Juan, Marcelo Orrego.
Va quedando claro que con el resultado electoral del 26 de octubre en bolsa, el gobierno nacional puso primera y avanza a fondo ¿Pero mientras tanto qué pasa desde la otra vereda? “En ese contexto y como secretario de la CTA de lxs Trabajadores Cañuelas-Lobos, me preocupa que no haya una respuesta más firme, incluso desde la central que componemos, pero principalmente desde la CGT que ahora mismo parece más preocupada por sentarse en la mesa del gobierno nacional para acordar, que para discutir las nefastas consecuencias que van a venir si se avanza con el proyecto de ley de reforma laboral y previsional que intenta imponer Milei”, advirtió Micheli.
Al respecto, fue claro cuando puntualizó que por tal motivo “debemos dar una lucha callejera muy fuerte y articulada para que esta idea del gobierno no prospere” por lo que, reafirmó, “las calles deben ser, en lo que queda del presente año y durante 2026, el lugar donde tenemos que estar movilizándonos los comunistas en particular, pero también el resto del campo popular, porque si no las consecuencias para la clase trabajadora pueden ser terribles”.