Se prevé que sea el 27 de octubre. Se trata de uno de los integrantes de la banda de Aníbal Gordon que actuó con cabecera en Automotores Orletti y que incluyó los Centros Clandestinos de Detención Bacacay y la Base Pomar.
Quedó confirmado que el 27 de octubre el genocida Patricio Finnen va a volver a sentarse en el banquillo de los acusados, esta vez, por el papel que jugó dentro del esquema represivo liderado por Aníbal Gordon, que actuó con cabecera en Automotores Orletti y que incluyó los Centros Clandestinos de Detención Bacacay y aquel ubicado en la calle Pomar 4171/73, donde permanecieron secuestrados Carmen Román, Juan Carlos Comínguez, Luis Cervera Novo, Isidro Gómez, Cesáreo Arano, Miguel Prado y Miguel Lamota quienes durante mayo de 1977 fueron secuestrados en inmediaciones del Comité Capital del Partido Comunista. Sólo Prado, Lamota y Comínguez pudieron sobrevivir.
Y fue precisamente el testimonio de Comínguez el que resultó clave para que el juez Daniel Rafecas, pueda ir desarmando la madeja de ocultamientos y complicidades que permitieron gozar de impunidad durante muchos años a los integrantes de la banda de Gordon, cuyos miembros continuaron perpetrando crímenes, incluso, tras el ocaso de la dictadura cívico-militar instaurada en 1976.
Tal es así que una vez reciclado dentro del esquema de la Side, Finnen siguió haciendo de la suyas hasta que resultó condenado por desviar la investigación del atentado contra la Amia. Este año, el represor va a tener que responder por los crímenes de lesa humanidad que perpetró, en esta ocasión, junto a otros dos exintegrantes de los servicios de inteligencia, Rubén Héctor Escobar y César Albarracín durante la última dictadura cívico-militar.
Finnen entró a la Side en 1974 cuando tenía veintidós años y permaneció en ese organismo, al menos oficialmente, hasta 2002. En la Side recibió formación, se licenció en Ciencias Políticas con especialización en Relaciones Internacionales y con la llegada de Carlos Menem a La Rosada tuvo su mejor momento, ya que fue mandado al Estado de Israel para recibir especialización y ahí estaba cuando tuvo lugar el atentado contra la Embajada israelí en Buenos Aires.
También tuvo un papel central en la creación de la Sala Patria, una de las secciones que por su autonomía se convirtió en una suerte de agencia paralela que, entre otras cosas, aparece involucrada en la investigación del atentado contra la Amia, en cuyo contexto, Finnen se encargó de gestionar el pago de cuatrocientos mil dólares que salieron de los fondos reservados de la Side, para que Carlos Telleldín cambiara su declaración e involucrara en la causa a un grupo de policías bonaerenses.
Durante 2022 el juez Rafecas ordenó la detención de Finnen, a quien imputó por la comisión de crímenes de lesa humanidad cuando actuaba en el circuito integrado por Automotores Orletti, Bacacay y Pomar, el último de los ex centros clandestinos de la dictadura genocida que se descubrieron en la Ciudad de Buenos Aires, montado especialmente para el secuestro de militantes comunistas en el marco de la coordinación represiva del Plan Cóndor.
A pesar de los ataques sistemáticos a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que lleva adelante el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel, a partir del 27 de octubre este siniestro personaje va a tener que responder judicialmente por los delitos perpetrados en estas circunstancias.