“El imperialismo despliega una estrategia agresiva que ignora el derecho internacional”, denunció el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, sobre la presencia de fuerzas militares navales y aéreas de Estados Unidos en el sur del Caribe. En la misma dirección el presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó que “sólo queremos vivir en paz” y llamó a un “proceso de alistamiento nacional de todas las fuerzas milicianas”. El Partido Comunista de la Argentina sumó su repudio con una declaración titulada “No a la injerencia militar de los Estados Unidos en Nuestra América”.
“Ni las bravatas de intervención, ni las presiones políticas y económicas, ni las campañas de desinformación son suficientes para quebrar las esencias y rendir la dignidad latinoamericana y caribeña si nos mantenemos cohesionados”, subrayó el presidente cubano, Miguel Díaz Canel en su intervención en la reciente XIII Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA-TCP al denunciar que “el imperialismo despliega una estrategia agresiva que ignora el derecho internacional”.
Por medio de su cuenta en la red social X, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, advirtió que dichas actividades se llevan a cabo bajo “falsos pretextos” y responden a una “corrupta agenda” del secretario de Estado estadounidense Marco Rubio. Al respecto, el jefe de la diplomacia cubana hizo hincapié en que América Latina y el Caribe “debe ser respetada como Zona de Paz”, tal como lo estipuló la Celac durante la Cumbre de La Habana, celebrada durante 2014, y rechazó cualquier acción que comprometa la soberanía de los países de la región.
Cabe recordar que el gobierno que encabeza Donald Trump decidió desplegar más de cuatro mil infantes de Marina y tropas adicionales en el Mar Caribe, según anunció, para “combatir los cárteles de la droga” y de esta manera la orden ejecutiva brinda al Pentágono facultades para realizar operaciones extraterritoriales, presuntamente contra cárteles de la droga, apuntando a México y Venezuela en lo que representa un claro hecho de intervencionismo enmarcado en la presión que la Casa Blanca ejerce contra los gobiernos de Claudia Sheinbaum y particularmente de Nicolás Maduro a quien acusa sin pruebas de liderar el cártel de los Soles.
El 7 de agosto EE.UU. ofreció una recompensa de cincuenta millones de dólares a quienes suministren información para capturar a Maduro, de acuerdo a una determinación de la fiscalía general, a cargo de Pam Bondi, quien calificó la recompensa como “histórica”, señalando que “Maduro utiliza organizaciones terroristas extranjeras como Sinaloa y el cartel del Sol para introducir drogas letales y violencia en nuestro país”, una aseveración que se refuta desde Caracas cuando se informa sobre incautaciones históricas de cocaína, así como de su intención de crear una articulación con Colombia para frenar el narcotráfico.
Por su parte, el gobierno venezolano repudió las acciones estadounidenses y en este contexto el ministro del Interior, Diosdado Cabello, convocó “a la lealtad nacional y a la unidad patriótica” para enfrentar “a las arremetidas del imperialismo”, al tiempo que recalcó que “la única y verdadera amenaza para la estabilidad mundial es Estados Unidos”. A su vez, la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, acusó a Washington de perpetrar “amenazas directas de intervención militar” y de tener una “obsesión” por controlar el hemisferio.
Ante este escenario el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que “sólo queremos vivir en paz” e hizo hincapié en que “la unión cívico-militar es la fórmula para garantizar la defensa de la patria”. Por lo tanto llamó a un “proceso de alistamiento nacional de todas las fuerzas milicianas, de toda la Milicia Nacional Bolivariana”. Y convocó a hacer efectivo ese alistamiento durante este fin de semana “en las sedes de cuarteles militares, unidades militares, plazas públicas centrales, plazas Bolívar y en las sedes de las bases populares de defensa integral de las 15 mil 751 bases populares de defensa integral”. De esta forma, el gobierno bolivariano avanza con el anuncio que a había hecho Maduro unos días atrás sobre la activación de “un plan especial para el despliegue de más de 4 millones y medio de milicianos en todo el territorio nacional”.
No a la injerencia militar de los EE.UU. en Nuestra América
El Partido Comunista de la Argentina sumó su repudio a estos hechos con una declaración titulada “No a la injerencia militar de los Estados Unidos en Nuestra América”, que lleva la firma de su Secretariado Nacional y que reproducimos a continuación.
“Desde el Partido Comunista de la Argentina repudiamos el despliegue militar de los Estados Unidos que ha movilizado naves y tropas en el Caribe.
Bajo el pretexto de llevar adelante una operación contra el narcotráfico, el imperialismo estadounidense moviliza destructores navales, un submarino nuclear, aeronaves, barcos equipados con misiles y 4.500 marines que no pueden esconder el propósito de agredir al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, continuar amenazando a la revolución cubana tras décadas de criminal bloqueo, a Nicaragua y a los gobiernos que no responden a los mandatos de Washington como México, Colombia y Honduras.
América Latina y el Caribe vuelven a ser amenazados por los EEUU por esta injerencia militar que se une a las instalaciones militares presentes en varios países de la región y a la acción del Comando Sur. Desde Argentina no dejamos de denunciar al gobierno de Javier Milei quien está más que dispuesto a conceder la instalación de una base de submarinos nucleares en Tierra de Fuego que se sumaría a la base de la OTAN en las Islas Malvinas.
Con estas acciones, el gobierno de Donald Trump reflota en toda su dimensión la histórica y permanente Doctrina Monroe que considera a Nuestra América como el “patio trasero” de los EEUU. En esta coyuntura internacional, blanden el claro objetivo de impedir las relaciones con la República Popular China. Ante estas amenazas, resulta imprescindible reafirmar la declaración refrendada por la CELAC de América Latina como Zona de Paz.
Los pueblos de América Latina y el Caribe continuaremos enfrentando tanto estas políticas militaristas e injerencistas de los EEUU como a los gobiernos entreguistas y cipayos cómplices de los intereses del imperialismo y del gran capital.
Estas nuevas agresiones imperialistas deben ser enfrentadas con la unidad y la lucha de nuestros pueblos.
¡Fuera Yankis de América Latina y el Caribe!
¡Por la unidad de Nuestra América!”