“Reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de la paz mundial, con los derechos y la dignidad de los pueblos, como el único camino duradero hacia un mundo sin fascismo, guerras y explotación”, recalcó por medio de una declaración.
Al cumplirse el 80 aniversario de la victoria histórica del Ejército Rojo sobre el fascismo, la Federación Sindical Mundial (FSM) reafirmó públicamente su compromiso “inquebrantable con la lucha antifascista y antiimperialista de la clase obrera alrededor del mundo”. Y lo hizo en una ceremonia llevada a cabo en Chipre, sonde su secretario general, Pambis Kyritsis, depositó una corona y rindió homenaje “a aquellos que sacrificaron sus vidas en la lucha contra el fascismo, en un evento conmemorativo en honor al legado y la verdad histórica de este día”.
Pero también, la FSM emitió una declaración en la que recuerda que “con la derrota final de la Alemania nazi y el colapso del eje fascista, los pueblos del mundo lograron una victoria histórica” y que en ese contexto, “la bandera roja que llevaba el martillo y la hoz ya había sido izada sobre el Reichstag en Berlín, simbolizando el triunfo de la resistencia antifascista”.
Por eso es que la FSM, “saluda y honra el 80 aniversario de esta victoria histórica”, rindiendo un “profundo homenaje a las millones de víctimas de las atrocidades nazis y fascistas, y especialmente a los incontables combatientes antifascistas que dieron sus vidas en los campos de batalla, en los movimientos de resistencia, en las luchas partidistas y en los campos de concentración”, ya que “su sacrificio hizo posible la victoria sobre la barbarie”.
Asimismo, puntualiza que aquella victoria, “con la Unión Soviética y el Ejército Rojo desempeñando un papel destacado, dio lugar a una nueva esperanza: un mundo libre de guerra, discriminación racial, colonialismo, explotación e injusticia”, al tiempo que “cambió el equilibrio global a favor de los trabajadores y los oprimidos, inspirados luchas de liberación nacional, y comenzó el colapso de los imperios coloniales”.
Por eso es que hace hincapié en que “la fundación de la FSM en 1945 nació de la gran victoria antifascista y fue creada para unir al movimiento sindical en la lucha por la paz y la libertad”. Y lamenta que a ocho décadas de aquella gesta, “somos testigos de nuevo del ascenso del fascismo y de la extrema derecha, con el apoyo de la capital y sus representantes, con guerras e intervenciones imperialistas que siguen trayendo sufrimiento a los pueblos”.
Al respecto, enumera que “desde el genocidio en Palestina hasta la agresión imperialista en otros lugares, hasta la creciente crisis de refugiados y el creciente militarismo promovido por los EE.UU., la Otan y la UE, los peligros a los que se enfrentan la paz y la humanidad son graves”, en tanto que “estas fuerzas están intensificando sus esfuerzos para falsificar y borrar la historia” por lo cual “intentan eliminar el papel decisivo que desempeñan la Unión Soviética, la clase obrera y los movimientos antifascistas en la derrota del nazismo”.
Y en tal dirección advierte que “el movimiento sindical internacional orientado a la clase no olvida ni olvidará. Nuestro deber es preservar la verdad histórica, educar a las nuevas generaciones de sindicalistas y fortalecer la lucha antifascista y antiimperialista de la clase obrera en todo el mundo”, de ahí que “reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de la paz mundial, con los derechos y la dignidad de los pueblos, como el único camino duradero hacia un mundo sin fascismo, guerras y explotación”.