Se hizo la cuarta marcha organizada por esta plataforma internacional que, en su Manifiesto, destacó el papel de las mujeres saharauis “que resisten bajo la represión en los territorios ocupados, sostienen la vida en los campamentos y luchan en la diáspora por la supervivencia de sus familias y la dignidad de su pueblo”.
Delegaciones provenientes de distintos países de Europa, África y América Latina protagonizaron la IV Marcha de la Plataforma Internacional de Mujeres por el Sáhara Occidental que la semana pasada se llevó a cabo en calles del Campamento de Dajla, ciudad ocupada por Marruecos. Cabe citar que esta iniciativa viene celebrándose desde 2022 y en esta oportunidad se enmarcó en la conmemoración de los cincuenta años de resistencia del Pueblo Saharaui, que lucha por su derecho a la autodeterminación. Por eso es que durante los primeros días de diciembre, las delegaciones intervinientes visitaron centros educativos, sanitarios, culturales y también a organizaciones de mujeres y de Derechos Humanos en los diferentes campamentos saharauis.
Toda esta actividad tuvo su punto de clausura con la celebración de un acto que estuvo encabezado por el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Brahim Gali, quien al agradecer a este movimiento de solidaridad internacional puntualizó que “antes de abriros nuestras casas, os hemos abierto nuestros corazones”, ya que “siempre os hemos considerado parte de la familia”. Por lo cual las instó a “volver a vuestros países cargados de voluntad, determinación, firmeza de apoyo y acompañamiento a este pueblo en su larga lucha”.
En paralelo, la ministra de Asuntos Sociales y Promoción de la Mujer de la República Árabe Saharaui Democrática, destacó que el objetivo de la Plataforma consiste en “romper el bloqueo informativo, fortalecer el acompañamiento internacional y llevar la voz de las mujeres saharauis a instancias globales, especialmente a aquellas donde la causa saharaui continúa invisibilizada o relegada”.
En este marco se leyó el Manifiesto de la IV Marcha, en el que se pone de relieve el papel que juegan las mujeres saharauis “que resisten bajo la represión en los territorios ocupados”, al tiempo que “sostienen la vida en los campamentos y que en la diáspora luchan por la supervivencia de sus familias y por la dignidad de su pueblo”. En este documento se indica que desde hace medio siglo, las mujeres saharauis “habéis sido el sostén de la vida, de los cuidados y de la resistencia; las responsables de que un pueblo entero mantenga viva su organización, su memoria y su proyecto de libertad”, algo que demuestra “que la dignidad, cuando está sostenida por las mujeres, nunca se rinde”.
El manifiesto hace centro en la denuncia por los cincuenta años de ocupación y el incumplimiento sistemático de la legalidad por parte del Reino de Marruecos, que cuenta con la complicidad de buena parte de comunidad internacional “por su silencio y por su apoyo directo o indirecto a las políticas colonialistas y a la ocupación ilegal”. Y subraya que resulta preciso “arrojar luz sobre las desapariciones, la represión, la situación de los presos políticos, la violencia psicológica y sexual que sufren especialmente las mujeres saharauis en los territorios ocupados y el expolio continuado de los recursos naturales del Sáhara Occidental que alimenta y financia esa ocupación”.