De esta manera se pronunció el Partido Comunista de Neuquén, que se encuentra llevando a cabo una tarea de reorganización afianzada en su rica historia y tradición de lucha que vio entre sus filas a dirigentes de excepcional tralla como Antonio Alac.
El Partido Comunista de Neuquén hizo pública su oposición a la intención del gobierno nacional de avanzar en la privatización de las represas hidroeléctricas del Comahue, al tiempo que habilitó la participación de los estados provinciales de Neuquén y Río Negro en las nuevas concesiones, pero con la condición de que paguen las acciones al mismo precio que los oferentes privados.
Las represas incluidas en la licitación son El Chocón-Arroyito, Piedra del Águila, Alicurá y Cerros Colorados, así como Pichi Picún Leufú, aunque en este caso bajo condiciones distintas. “Quieren rifar al mejor postor el patrimonio nacional”, denunció el PC neuquino y recordó que las represas hidroeléctricas del Comahue, que se encuentran sobre el río Limay, abastecen de electricidad al país y regulan los cursos de agua de la región.
“La privatización es el peor resultado de una gestión concesionada hace varios años por Menem, que no dejó un peso para las provincias ni mucho menos para el desarrollo de otras necesarias represas en el río Neuquén”, recalcó y puntualizó que “la memoria de lucha nos trae el Choconazo y a Antonio Alac que fueron los que construyeron estos complejos energéticos y que teóricamente iban a solucionar los problemas del país”. Y alerta que “hoy son una burla descarada del menemato, una aspiradora que se ceba con las tarifas de luz más altas de Latinoamérica y que no ‘derrama’ ni un solo beneficio para Argentina”.
Con este telón de fondo es que el PC de Neuquén se viene reorganizando y remarca que “en este territorio del viento, las puebladas dieron voz a los que parecían mudos durante la ‘invencible’ noche neoliberal de los 90 y pusieron a Neuquén, al Cutralcazo en el mapa de las luchas del pueblo argentino”. Pero, añade, “nada de esto fue espontáneo, porque viene de una tradición de lucha de clases singular como el Choconazo que fue liderado por comunistas, al igual que la huelga petrolera del 58 que le imprimieron un carácter antiburocrático de justicia y solidaridad”.
Pero también, Neuquén es el territorio de “arena, porque las venas profundas de esta provincia alimentan cada cosa que se mueve en Argentina, barco, avión, taxi, moto, ambulancia, fábrica, hogar…cada hornalla encendida, cada luz que se prende tiene algo de Neuquén”, ya que su territorio es “arriba desierto y abajo riqueza”.
De ahí que “la de Neuquén sea una historia de lucha, desde la “campaña del desierto” hasta el Cutralcazo y el asesinato del maestro Fuentealba…puede ser el clima o la memoria, pero este pueblo con carácter se suele parar ante las injusticias, frente a las patronales, la burocracia sindical y los politiqueros de turno”.
Y por eso, hace hincapié en que “también somos un pueblo solidario que durante la pandemia y para que las ambulancias y los transportes funcionen por el combustible que había que extraer de la tierra, fueron ochenta los compañeros que dieron su vida y no hubo un solo homenaje”. Pero a fin de cuentas, remarca el PC, Neuquén es “la tierra de De Nevares, Antonio Alac, Fuentealba, nuestros desaparecidos Hodola, Pincheira y tantos otros anónimos se inscriben en las páginas más gloriosas de la memoria de nuestro pueblo”.