La Corriente Nacional Agustín Tosco convocó a movilizar mañana jueves hacia Plaza de Mayo y en todo el país contra el Proyecto de Ley “de Modernización Laboral” que, denunció, constituye “una verdadera contrarreforma patronal que esconde un viejo recetario de ajuste y transferencia de ingresos y poder, buscando abaratar los despidos, destruir a los sindicatos y disciplinar a les trabajadores”.
La Corriente Nacional Agustín Tosco (CoNAT) hizo público su rechazo “absoluto y categórico” al Proyecto de Ley de Modernización Laboral que impulsa el gobierno. Sobre esta iniciativa antiobrera recalcó que constituye “una verdadera contrarreforma patronal que esconde un viejo recetario de ajuste y transferencia de ingresos y poder, que busca abaratar los despidos, destruir a los sindicatos y disciplinar a les trabajadores”. En tal sentido, advirtió que la “modernización” es un eufemismo para eliminar derechos históricos y debilitar a los sindicatos con el fin de concretar la mayor transferencia posible de riqueza del trabajo al capital”.
Por eso es que subrayó que “la discusión sobre la reforma laboral en Argentina no es técnica, sino política”, ya que “enfrenta dos visiones irreconciliables sobre el futuro del trabajo y la sociedad”. A partir de esta caracterización, convocó a movilizar mañana jueves hacia Plaza de Mayo y en cada una de las convocatorias que se hacen en todo el país.
Asimismo, exigió que la CGT y ambas CTA convoquen a una huelga general “para demostrar contundencia y permitir que todes podamos copar las calles frente a este intento de reforma, que busca desmantelar las conquistas históricas de nuestro pueblo”.
En otro de los pasajes de su comunicado, la CoNAT puso el acento en que “de un lado estamos quienes sólo contamos con nuestra fuerza de trabajo y anhelamos una sociedad con derechos para todos y todas, con riquezas compartidas”, mientras que “del otro aparecen quienes viven a costa nuestro trabajo, poniéndole precio vil a través de un salario que dista enormemente de la riqueza que genera”, una clase explotadora que impone “condiciones de trabajo deplorables y la destrucción de las fuerzas productivas que disciplina nuestra fuerza social a través de la desocupación y la precarización laboral”.
Reforzando este enfoque, destacó que lo que busca el proyecto firmado por Javier Milei y demandado por Donald Trump y el FMI es “inclinar una vez más la balanza a favor de los ricos, los patrones y la casta enriquecida del poder económico concentrado”.
Tal es así que, con su propuesta, el gobierno “pretende retroceder un siglo en derechos”.
Entre la larga lista de puntos regresivos mediante los que las patronales quieren legalizar la precarización, la CoNAT mencionó a la ampliación de la reforma laboral, la reducción de indemnizaciones, el fraccionamiento y la restricción del derecho a vacaciones, la reducción del salario por enfermedad, el aumento de los períodos de prueba, la eliminación de la ultractividad ( excepción legal que permite que una norma, aunque ya esté derogada, siga aplicándose) de los convenios colectivos de trabajo, la limitación del derecho a la organización sindical, restringiendo asambleas, actividad de los y las delegadas, medidas de fuerza, etc.; además de denunciar que entre sus artículos se busca promover sindicatos por empresa, que debilitan la organización de los sectores de actividad, así como mercantilizar (aún más) la salud laboral y reducir las cargas patronales.
En este contexto, la CoNaT sostuvo en su declaración que el proyecto de reforma también “pretende destruir el poder sindical, para legalizar la precarización laboral y la invisibilización fraudulenta de las relaciones de trabajo” y añadió que “estas condiciones, que hoy son un hecho para millones de trabajadores, encuentran en los sindicatos y en los convenios colectivos de trabajo un límite”. Es por todo esto que si prospera la iniciativa gubernamental, “la precariedad no afectará solamente a aquellos trabajadores bajo el régimen de Ley de Contrato de Trabajo, sino que la caída del salario real y del consumo interno provocará un aumento obsceno de la desigualdad social”.
Al respecto, la Corriente Nacional Agustín Tosco recordó que en Argentina siete millones de trabajadores están en la informalidad: el 43 por ciento no están registrados, el fraude laboral a través del monotributo creció un 63 por ciento en la última década y 2.5 millones de personas trabajan catorce o más horas diarias, “mientras los salarios promedios no cubren la canasta básica y el Salario Mínimo Vital y Móvil se convirtió en una broma”. Vale tener presente que desde que asumió el gobierno de Milei, se perdieron casi 300 mil puestos de trabajo formales.
“Ningún instrumento legal promovido por este Gobierno busca solucionar ese estado de situación: las sucesivas intervenciones legislativas, como el decreto 70/2023 y la ley Bases, no hicieron más que profundizarlo y alentarlo”, añadió la CoNAT y aclaró que “el nuevo proyecto de reforma laboral no es la excepción” a la regla que nos gobierna. En tanto que hizo énfasis al señalar que “la historia de Argentina demuestra que cuando se reducen la protección y los derechos laborales, el desempleo y la informalidad aumentan”, tal como se verificó con las reformas hechas por la última dictadura, el menemismo, la Banelco de De la Rúa y el macrismo.
A la vez, insistió con que “la evidencia histórica indica que el verdadero objetivo es fundamentalmente político”, ya que se trata de “disciplinar a la clase trabajadora, reducir sus derechos y desresponsabilizar a las empresas”. En esta dirección reafirmó que “el gobierno fascista de Milei y Villarruel proyecta transformar de cuajo el modelo en el cual se desenvuelven las relaciones laborales y sociales en nuestro país”, como así también “transformar las relaciones de fuerzas sociales, favoreciendo al imperialismo norteamericano que está dispuesto a recuperar su dominio sobre América Latina y el Caribe a como dé lugar”.
Por otra parte, puso el foco en que el texto que ahora mismo trata el Senado “viene de la mano con una batería de normas y regulaciones -educativas, tributarias, penales y previsionales- con las que se proponen configurar un nuevo Estado, que permita organizar una sociedad todavía más desigual y profundamente represiva, que transfiera la riqueza que les trabajadores producimos directamente hacia los dueños de los monopolios imperialistas”.
Esta situación, insistió la CoNAT en su repudio, “se enmarca en otras reformas de similar sesgo saqueador de derechos como la tributaria, para enriquecer a los ricos; la previsional, para someter a miseria a los jubilados; la educativa, para privatizar el sistema educativo; o la del Código Penal para reprimir y encarcelar a quien se oponga, incluidos los y las trabajadoras que peleen por sus derechos”.
Con claridad, la corriente sindical dirigida por el PC aseguró que todas ellas tienen un común objetivo que es “transformar a la Argentina en un enclave colonial, cuya finalidad exclusiva sea exportar materias primas con mano de obra barata, renunciando a toda soberanía y siendo servil a los deseos imperiales del invasor del Norte”.
“Podemos derrotarlos”
De esta forma, enfatizó que “esta no es una discusión del Congreso Nacional y no se resuelve únicamente con contra-propuestas de reforma”, ya que se trata de “un debate por el futuro de nuestra Patria y del destino de la humanidad”, en tanto y en cuanto quien saldría favorecido con la aprobación de esta legislación reaccionaria es el mismísimo imperialismo yanqui que hoy desata guerras, invasiones y genocidios por el mundo.
Al respecto, “la gravedad del momento exige la máxima unidad de acción del movimiento popular en defensa de los derechos laborales históricos y del modelo de estado social de derecho”, con garantías que están consagradas en la Constitución Nacional y los convenios internacionales y deberían estar plasmadas en la vida concreta.
Luego de remarcar que “podemos y debemos derrotar este intento de ajuste mediante la unidad de nuestra clase”, desde la CoNAT se propone una hoja de ruta “levantando una agenda de emergencia como primer escalón de un nuevo esquema de relaciones laborales con ampliación de derechos”, que incluya los siguientes puntos:
- Gravar a los grandes patrimonios y corporaciones que captan la mayoría de la riqueza que producimos y distribuirla en salud, educación y vivienda pública.
- Reducir la jornada laboral con aumento salarial: La productividad generada por el cambio tecnológico debe ser redistribuida socialmente, no apropiada como ganancia privada. La reducción de la jornada laboral es necesaria para poner fin a la sobreexplotación y crear nuevos puestos de trabajo mediante el reparto de las horas excedentes.
- Exigir un Salario Mínimo Vital y Móvil equivalente al costo de la canasta básica de un trabajador sin carga de familia.
- Regular las relaciones de dependencia encubiertas, reconociendo a les trabajadores de plataformas y freelance como dependientes con derechos plenos.
- Consolidar la participación en las ganancias de las empresas: impulsar mesas de concertación sectoriales, con participación de los sindicatos, para transparentar los balances y estructuras de costos de las grandes corporaciones y democratizar la apropiación del excedente económico.
- Aumentar de las jubilaciones y pensiones, con el 82 por ciento móvil.
- Recuperar, fortalecer y democratizar la organización sindical en los lugares de trabajo.
Para concluir, la Corriente Nacional Agustín Tosco fue contundente al describir desde su concepción del sindicalismo de liberación que “la crisis que atraviesa la sociedad no gravita en torno de los derechos laborales, sino de un proyecto de país basado en la apropiación fenomenal de la riqueza que producimos les trabajadores” y aludió a que, por lo tanto, “vivimos horas decisivas”, ya que “nuevamente, como tantas veces en nuestra historia, las fuerzas del capital concentrado despliegan una feroz ofensiva”. Es por eso que afirmó que “otra vez, la respuesta debe ser no darles tregua, sino la movilización popular, la audacia en la construcción política popular y revolucionaria con la convicción de que podemos vencer, porque somos más y nuestras ideas son para las mayorías: la solidaridad, la comunidad, la justicia social y la igualdad”.