La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal dice que Leonardo Bertulazzi no debe estar preso. Para los jueces Alejandro Slokar y Ángela Ledesma la decisión de encarcelarlo, adoptada por María Servini, fue arbitraria y no tuvo en cuenta su estado de salud. La Presidencia Milei le sacó el estatus de refugiado y la Corte puso luz verde para su extradición a Italia.
Con los votos de los jueces Alejandro Slokar y Ángela Ledesma, la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal dejó sin efecto la decisión que oportunamente adoptó la jueza María Servini, por la que se llevó a prisión a Leonardo Bertulazzi, el ex integrante de las Brigadas Rojas, cuya extradición que ya cuenta con la luz verde de la Corte Suprema, es demandada por Italia después de que la Presidencia Milei le retirara el estatus de de refugiado.
En este contexto, luego de que se hiciera pública la decisión de la Cámara de Casación Penal, el abogado defensor de Bertulazzi, Rodolfo Yanzón, solicitó que el Juzgado Federal 1 habilitara la feria para determinar si Bertulazzi tiene que continuar detenido en la Unidad Antiterrorista o si corresponde que sea enviado a su domicilio con una tobillera electrónica que monitoree sus movimientos.
El ex miembro de las Brigadas Rojas italianas fue juzgado en ausencia en su país y en 2004 el Estado argentino le reconoció la condición de refugiado político, después de que un año antes la jueza Servini concluyera que la extradición que se solicitaba era improcedente. Pero en agosto de 2024, como parte del fortalecimiento de su relación con el gobierno que encabeza Giorgia Meloni, Javier Milei le sacó ese estatus y la Corte dio vía libre para su extradición.
Ahora, con la decisión de casación, se escribe una nueva página de esta historia que tiene en el centro a un militante de 73 años que presenta serios problemas de salud. Al respecto de esta situación la Liga Argentina por los Derechos Humanos denunció oportunamente que el gobierno nacional avanzó hacia una reforma de la normas vinculadas con el refugio que no dudó en calificar como “gravísima”. E hizo hincapié en que merced a esta reforma, “se transformó una herramienta humanitaria como el refugio, en un dispositivo para la aplicación de las políticas imperiales a imagen y semejanza de los intereses de EE.UU”.