Hoy en el Tribunal Oral Criminal 4 de La Plata, Rodolfo Sánchez, va a tener que sentarse en el banquillo de los acusados para responder por el crimen de un pibe que con alegría y perseverancia, militaba en La Fede y el MTL de Cañuelas.
“Lo que le pasó a Alex no debe volver a pasar, porque fue terrible que un niño de tan sólo quince años alegre, militante…comprometido que tenía todo para vivir sea asesinado”, reflexionó la titular del PC de Cañuelas, Flavia Guardia, quien también es vicepresidenta del Concejo Deliberante de ese partido bonaerense, ante el inicio del juicio por el asesinato de Alex Campos, quien fue ultimado durante la mañana del 24 de mayo de 2020, cuando el empresario agropecuario Rodolfo Sánchez lo arrolló con su camioneta Dodge RAM, en momentos en que el pibe estaba junto a dos amigos dentro de su establecimiento rural ubicado en la zona del barrio El Taladro, donde había ido para cazar liebres. Sánchez los detectó, los persiguió y le pasó por encima dos veces a Alex.
Por este crimen, desde hoy y hasta el jueves, en el Tribunal Oral Criminal 4 de La Plata, se va a llevar a cabo el juicio oral y público que sienta en el banquillo de los acusados a Sánchez, sobre quien pesa una imputación de homicidio simple, pese a lo que llega al juicio viviendo en casa de uno de sus hijos, donde cumple con la prisión domiciliaria con tobillera electrónica, beneficio que le fue otorgado por el juez Juan Carlos Bruni, en julio de 2023, por “razones humanitarias”.
Ante esto, los abogados del empresario, Fabián y Facundo Améndola, ambos integrantes del equipo jurídico de Fernando Burlando, plantean que Sánchez actuó en un exceso de legítima defensa, por lo que desde tal perspectiva el hecho podría encuadrarse como un homicidio culposo. Esto se da de bruces con lo que declaran los dos amigos de Alex que salvaron su vida por milagro durante la mañana del 24 de mayo de 2020, ya que lograron eludir a la camioneta.
Pero la saña de Sánchez no acabó ahí. Cuando sus amigos se dieron cuenta de que Alex había sido atropellado, le pidieron al acusado que lo subiera a la camioneta para lo trasladarlo a un hospital. Pero la respuesta fue elocuente: “voy a llamar a la Policía y que hagan lo que tengan que hacer. Ahora, levántenlo y llévenselo”, les ordenó el empresario tras lo que llamó al 911 para denunciar había sufrido un robo en su propiedad, algo que por supuesto era mentira.
Los chicos estaban desesperados y uno de ellos corrió para buscar ayuda. Volvió con unos parientes, pero advirtieron que Alex ya no tenía pulso. “Eso le pasa por venir a robarme. Bien muerto está”, esputó Sánchez sin bajarse de la camioneta cuando una de las tías de la víctima lo increpaba.
Con todos estos testimonios sobre la mesa es que la querella representada por el abogado Maximiliano Rusconi, busca que la carátula se modifique para que Sánchez sea juzgado por homicidio con alevosía, ya que tuvo intención de atropellar a Alex. Si logra hacer prevalecer tal criterio, Sánchez puede enfrentar una pena de prisión perpetua.
El crimen de Alex Campos fue perpetrado en plena pandemia y entre otras cosas por eso es que muy probablemente Sánchez nunca hubiera sido llevado a juicio, de no ser por la movilización que desde la periferia hacia el centro de la ciudad de Cañuelas, fue creciendo a partir del primer día con la madre de Alex, Claudia Cortés, a la cabeza, quien siempre estuvo acompañada por el PC, La Fede, el MTL y la CTA.
“Este juicio es un derecho para Claudia Cortés, pero también para sus otros hijos y, principalmente, es una posibilidad de que se haga justicia para el propio Alex, que fue pibe muy alegre que estaba orgulloso por militar en el MTL, por ser parte de la FJC y de la CTA”, puntualizó Flavia Guardia y recordó que a la madre de Alex “la conozco desde chica…vimos crecer a Alex, su abuela fue fundadora de la CTA, ella fue quien me afilió al Partido, por lo que hay un lazo muy profundo con toda su familia que, además, vive en el barrio construyó el MTL”.
Hoy el Tribunal Oral Criminal 4 de La Plata, comienza a tener entre sus manos el destino de una causa que ya lleva casi cinco años. Son sesenta meses en los que Claudia no tiene a su lado a su hijo, en los que sus compañeros ya no cuentan con la alegría que ese pibe de sonrisa franca sumaba en la cotidiana militancia, pero asimismo es demasiado tiempo para que el Estado dicte justicia para un crimen tan brutal como insensato. Una condena ejemplar para Rodolfo Sánchez sólo va a traer algo de alivio a Claudia, a los hermanos de Alex y a sus compañeros y amigos. Pero si es ejemplar, sólo así, podrá decirse que pese a que jamás se va a poder reparar la pérdida que representa el asesinato de Alex, se hizo justicia.